Se trata de una exposición de Biblias chinas de gira actualmente por los Estados Unidos de Norteamérica que evidentemente es una maniobra de propaganda del gobierno chino comunista, de acuerdo a lo informado por China Aid, una organización afín con La Voz de los Mártires. Su portavoz Bob Fu dice que la exposición tiene la intención de desviar la atención de los informes sobre la creciente persecución religiosa en China.