Apologética

Hemos comprendido nuestra necesidad de clamar al Señor por un avivamiento en nuestras propias vidas primeramente y después en nuestra propia iglesia. El motivo de nuestro clamor es que el Señor use nuestras vidas para alcanzar a las almas muertas en delitos y pecados con el poder del evangelio.

Hemos llegado a comprender que la salvación de un pecador es un milagro que solo Dios puede realizar y no algo que el evangelista puede hacer usando ciertos trucos de manipulación. Hemos sido culpables de abrazar una enseñanza completamente falsa y anti bíblica respecto a la regeneración del pecador. Se nos ha venido enseñando que lo único que se necesita para que un pecador pueda ser salvo es que haga una pequeña oración después de haberle presentado las cuatro leyes espirituales. Este método defectuoso de presentar el evangelio, ha sido el responsable de crear más falsos convertidos que cualquier otro método inventado por Satanás mismo.

La ira es definida como “la respuesta emocional a la percepción del mal y la injusticia,” con frecuencia traducido como “enojo,” “indignación,” “cólera,” o “irritación.” Tanto los humanos como Dios expresan la ira. Pero hay una gran diferencia entre la ira de Dios y la ira del hombre. La ira de Dios es santa y siempre justificada; la del hombre nunca es santa y rara vez justificada. 

Richard Wurmbrand

El nacimiento de Jesús

El hombre marca las fechas basándose en el nacimiento de Cristo. Si lees de un evento que sucedió en 1812 o en 1971, eso quiere decir que ocurrió ese número de años después de que Jesús nació. No obstante la historia comenzó mucho antes de su nacimiento, ¿Por qué pues fue su venida al mundo de tanta importancia como para empezar a contar los años a partir de su nacimiento? ¿Quién es jesucristo?

Gonzalo Báez-Camargo

Los discípulos de Jesucristo fueron llamados primeramente cristianos en Antioquia según el bien conocido pasaje de Hechos 11.26. Es cosa notable que en el Nuevo Testamento sólo tres veces se emplea el nombre cristiano. Las otras dos menciones son en  Hechos 26.28, en que Agripa dice al apóstol Pablo: “Por poco me persuades a ser cristiano” y en 1 Pedro 4.16, en donde este apóstol conforta a quien padece “como cristiano”. A los discípulos de Cristo se les llamó en un principio "los del Nombre” y “los del Camino”. El primero de los calificativos quizá se les dio porque se bautizaban “en el nombre de Cristo” o porque invocaban el Nombre de Cristo.

Temática: estudio sobre el Espíritu Santo

Según enseñó Jesucristo, todos los creyentes pueden recibir el bautismo en o con el Espíritu Santo. Esta era una experiencia normal y común entre los seguidores del Señor a partir del Pentecostés (Hechos 2). El bautismo proporciona una investidura de poder para la vida y el servicio por medio de los dones espirituales (Lucas 24:49; Hechos 1:4, 8; 1 Corintios 12:1–31). Esta experiencia es distinta a la del nuevo nacimiento y subsiguiente a éste (Hechos 8:12–17; 10:44–46; 11:14–16; 15:7–9).

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