Los cristianos chinos informan que las Biblias, que ya están desapareciendo de las grandes librerías físicas, ahora también están retiradas de los sitios web de los minoristas en línea. Amazon y JD.com dicen que han sido advertidos para no vender Biblias las cuales están consideradas como una "publicación ilegal".
Las búsquedas en línea de "Biblia" no han dado resultados positivos desde el 1 de abril de 2018. Según fuentes de noticias locales este hecho ha aumentado los temores de un aumento en la censura represiva de internet dirigida contra la libertad religiosa.
Estos avances fueon el paso siguiente a la publicación de un Libro Blanco sobre religión por parte del gobierno ateo, que despliega directivas políticas denominadas "sinicización" (es decir, hacer las cosas de manera china), que procura reinterpretar el cristianismo e reescribir selectivamente las Escrituras en concordancia con las ideas comunistas.
La impresión y distribución de Biblias se ha permitido en China desde principios de los años ochenta, después del final de la Revolución Cultural. Cabe acotar aquí que la impresión de Biblias fue realizada en una imprenta comunista y solo para la "distribución interna" por medio de las librerías de iglesias. Las Biblias debían ser vendidas a los miembros de las iglesias registradas oficialmente. Luego las tiendas publicas de la calle y en línea comenzaron a vender Biblias también. Con el tiempo las autoridades ocasionalmente tomaron medidas enérgicas contra las tiendas físicas, y ahora aparentemente también contra los minoristas en línea.
El gobierno comunista chino admite oficialmente la existencia de alrededor de 22 millones de cristianos, aunque la cifra real llegar a cerca de los 100 millones. Los creyentes enfrentan restricciones estrictas, incluso en la literatura cristiana y sitios web, y aquellos que son parte de congregaciones no registradas corren el riesgo de ser arrestados, torturados y encarcelados.
Levantemos en oración a nuestros hermanos cristianos en China. Recordemos a todos aquellos que están hambrientos de la Palabra de Dios, a quienes se les niega el acceso a una Biblia debido a las restricciones impuestas. Oremos para que su fe crezca a pesar de las dificultades, y que el aparente bloqueo en las ventas de Biblias, tanto en librerías físicas como por medio de internet, termine de un modo que la Palabra de Dios esté libremente disponible para aquellos que la busquen.
Confiemos en Romanos 8:28 donde dice: “Y sabemos que todas las cosas ayudan a bien, a los que aman a Dios, a los que conforme a su propósito son llamados”. Oremos a Dios para que aún las circunstancias adversas sean transformadas para la Gloria del Reino de Dios.
Fuente: BarnabasFundNews, 29.4.2018; Redacción: VM-Ar