Área: 93.028​ km²

Población: 9.830.485 habitantes (estimado en 2016); densidad (est.): 105,9 hab./km²

Distribución étnica: húngaros (magyaros) 96,2%, gitanos: 2%, alemanes: 0,6%, eslavos: 0,4%; asiáticos, americanos, africanos: 0,1%

Lenguas: el húngaro

Religiones: católica: 54,5%, evangélicos: 15,9%,  luterana: 3%

Tipo de gobierno: República democrática

Capital: Budapest

Población por debajo del nivel de pobreza: 14,9% (2015 est.)

El día 15 de Junio de 2021 el parlamento húngaro, por iniciativa del gobierno conservador de Víctor Orbán, aprobó una ley que prohíbe rotundamente hablar de homosexualismo a los menores de 18 años. Esto implica sacar de los colegios y escuelas cualquier referencia que promueva a la homosexualidad y al colectivo LGBT: ello con el fin de proteger a los niños y adolescentes de la pedofilia y del cambio de sexo a temprana edad.

 Mientras que las democracias liberales “izquierdizadas” en Europa Occidental (y en las Américas) están cayendo una tras otra en línea con las políticas globalistas que socavan las libertades y tradiciones nacionales y regionales, Hungría se resiste firmemente.

El martes, Judit Varga, la Ministra de Justicia de Hungría, presentó un proyecto de enmienda constitucional que garantiza que los niños tengan el derecho "a identificarse con el sexo con el que nacieron" y a ser criados "sobre la base de nuestra auto-identificación nacional y la cultura cristiana”.

En Hungría, el pastor Nemeth Sandor sabe bien lo que es vivir bajo un régimen ateo. En los años ochenta, las autoridades comunistas de su país trataron reiteradamente de destruir su pequeña congregación pentecostal. Hoy lidera una de las iglesias más grandes y de más rápido crecimiento en Europa.

La congregación se inició en una pequeña casa en las afueras de Budapest, con un pequeño grupo de personas. Corría el año era 1979.  
"Fue muy difícil. En Hungría estábamos bajo la dictadura comunista. Los jóvenes comenzaron a llegar a la casa y el Espíritu de Dios se movía poderosamente, y eso causó que las autoridades se molestaran”, explica Sandor.
La libre práctica religiosa estaba prohibida en Hungría. Los creyentes como el pastor Sandor se vieron obligados a reunirse secretamente.

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