Área: 357.376 km²

Población: 83.155.031 hab. (2020)

                  82.667.685 hab. (2016)

Distribución étnica: 3.9 millones musulmanes; 19% de la población son extranjeros (estimado en 2005). El 50 % de los niños que nacen, son de padres inmigrantes. 

En 2015 hasta el momento ya entraron 1 millón más de musulmanes y otro tanto se espera para el 2016. 

Lenguas: idioma oficial: el alemán 

Religiones: 30,1% (2016) católicos romanos
29,2% luteranos y reformados
1,14 % ortodoxos y de iglesias orientales
1,3 % de iglesias denominacionales (Bautistas, Hermanos Libres,     pentecostales, carismáticos, etc.)
0,46 % nuevos apostólicos
                                                                                                      0,2 %    Testigos de Jehová
                                                                                                      1,3 %     judíos
                                                                                                      0,1 %     adventistas
                                                                                                      5,2 %    musulmanes

El 31 % de la población no pertenece a ninguna comunidad religiosa; esto se observa especialmente en la parte de Alemania que antes de la reunificación, en 1990, era comunista - la llamada República Democrática de Alemania. 

En 2004, sólo 3.8 millones de católicos asistieron a los cultos dominicales; y tan solo un millón, entre luteranos y reformados, concurrieron a las reuniones suyas. 

Casi la mitad de la población se interesa en el ocultismo, y el 20 % se considera ateo (Topic 8-06). 

Alemania ha sufrido un cambio radical en lo que al evangelio se refiere: luego de ser la cuna del protestantismo y columna fundamental en las misiones cristianas a nivel mundial, hoy se ha convertido en una pesadilla para quienes defienden la palabra de Dios, fieles que deben pagar un alto precio por profesar y defender su fe en Cristo.

El pastor luterano, Olaf Latzel, de la ciudad de Bremen (en el norte de Alemania), quien se ha armado de un extraordinario valor, sabe lo casi imposible que se ha hecho predicar el verdadero evangelio en la Alemania actual.

Parte de la historia de la Iglesia también es el triste hecho de que los reformadores luteranos no toleraron desviaciones de la teología de Wittenberg. Por su fe indomable, Fritz Erbe murió en el mismo castillo donde Martín Lutero se había refugiado, el castillo Wartburg.

No era posible en todo momento expresar públicamente puntos de vista teológicos que diferían de la iglesia estatal. Ya entonces, hace 500 años, cuando la Reforma comenzó, cristianos que disentían tenían que estar dispuestos para la persecución, el encarcelamiento e incluso, la pena de capital. Esto experimentó Fritz Erbe, nativo de Herda, un pueblo cerca de la ciudad de Eisenach.

¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! (Isaías 5:20 – La Biblia).

Compartimos el escrito de un activista cristiano alemán, que es un científico jubilado con fuertes convicciones bíblicas. Este texto fue ligeramente retocado para que los lectores de otros países puedan comprender la situación que se vive en Alemania – ¡y no sólo en Alemania! ¡Aprovechemos este valioso material para las discusiones en nuestros respectivos países!

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