El día 17 de julio un grupo de asaltantes armados con machetes atacaron la iglesia del pastor Nuhu Dawat en el pueblo de Mazah, asesinando a machetazos a su mujer, dos hijos y un nieto.
«Lo dejo todo el juicio en las manos de Dios», dijo entre sollozos el pastor, único superviviente del ataque, porque logró esconderse tras huir corriendo. Este año ya son cientos las víctimas de la violencia religiosa que asola el estado nigeriano de Plateau.
Otras cuatro personas más murieron en el ataque, según fuentes militares. Sus cuerpos, quemados tras el asesinato, presentaban heridas de machete. Según el portavoz de la policía de Plateau, las fuerzas de seguridad han evitado que la violencia se extienda a otros pueblos.
El toque de queda de Plateau fue impuesto en su capital, Jos, por primera vez en noviembre de 2008 a causa de la violencia entre cristianos y musulmanes. En mayo se levantó por última vez.
Las autoridades federales desplazaron el pasado mes de enero amplios contingentes de tropas al Estado de Plateau tras un recrudecimiento de la violencia. La presencia militar y la imposición de un toque de queda no fueron suficientes para detener nuevos brotes de violencia en la región, donde grupos de musulmanes del norte tratan de incursionar al sur predominantemente cristiano con el fin de combatir al cristianismo. Entre marzo y abril más de 500 personas fueron asesinadas.
Los analistas temen que la violencia resurja en la carrera electoral para las próximas elecciones de abril en Plateau. Los conflictos entre grupos cristianos y musulmanes en Nigeria, debidos sobre todo a disputas territoriales, se han cobrado la vida de más de 13.000 personas desde 1999, cuando el país salió de un largo periodo de gobiernos militares.
Fuente: Noticias Cristianas 03/08/2010, redacción: VM-Argentina