72 cristianos nigerianos cautivos se salvan por la intervención de Dios

Un grupo de militantes islamistas atacó a un grupo de unos 500 cristianos nigerianos de origen musulmán, quienes se habían reunidos en un determinado lugar por motivos de seguridad después de haber sufridos una serie de ataques de Boko Haram. La mayoría pudo escapar, pero 76 hombres, mujeres y niños fueron atrapados y llevados cautivos.

Fueron llevados a un campamento de los terroristas de Boko Haram donde fueron torturados.

A los cuatro líderes masculinos del grupo se les dijo, a punta de pistola, que renunciaran a su fe en Cristo y volvieran al Islam. Cuando se negaron, aferrándose a su Salvador, los musulmanes les dispararon a los cuatro frente a sus familiares y amigos.

La semana siguiente, las esposas de los cuatro hombres martirizados también recibieron la orden de renunciar a su fe o sus hijos serían ejecutados. Mientras estas madres luchaban bajo esta terrible carga durante la noche, los niños entraron corriendo y dijeron que el Señor Jesús se les había aparecido y que "todos estarían bien". Según el relato, el Señor Jesús se apareció a todo el grupo y les dijo que no temieran, que Él los protegería. No deberían renunciar a Él, sino mantenerse fuertes sabiendo que "Él es el camino, la verdad y la vida".

A la mañana siguiente los niños, entre los cuales había una niña de apenas cuatro años, tuvieron que alinearse contra una pared. Los terroristas les dijeron a las cuatro madres que podían salvarlos a los niños si renunciaban a Jesucristo y regresaban al Islam. Las madres se negaron. Los soldados armaron sus rifles y se prepararon para apuntar. Pero, de repente, todos ellos soltaron sus armas y comenzaron a agarrar sus cabezas, gritando y gritando "¡Serpientes, serpientes!" Algunos huyeron y otros cayeron muertos donde estaban. 

Cuando uno de los soldados cayó muerto, uno de los cristianos cautivos se agachó para recoger el arma del soldado para disparar contra los militantes de Boko Haram que huían. En ese momento el niño más pequeño le puso la mano en el brazo y le dijo: "No tienes que hacer nada... ¿No ves a los hombres de blanco peleando por nosotros?"

Las 72 vidas se salvaron y ellos ahora viven en otras regiones de Nigeria, que son más seguras para los cristianos. 

Alabemos a Dios y sigamos orando por los cristianos perseguidos.

Fuente: Barnabas Fund, 19.3. 2019; Redacción: VM-Ar

Buscar