Kazajstán: la difícil situación de los cristianos

Siendo cristiano: ¿Cómo te sentirías en Kazajstán? ¿Sobrevivirías manteniéndote firme en la fe?

En el mundo occidental seguramente tienes una Biblia - ¿Seguirías utilizándola si en tu país prohibiesen su tenencia? 

En Kazajstán muchas Biblias han sido confiscadas y quemadas como basura.

¿Regalas literatura evangelística? ¿Seguirías haciéndolo?

Durante 2017, en Kazajstán, 39 personas fueron procesadas por simplemente ofrecer literatura evangelística.

¿Acaso tienes tu propia presentación en el internet donde testificas de tu fe? 

12 personas fueron procesadas en Kazajstán por publicar material cristiano por este medio.

¿Acostumbras a testificar y a compartir tu fe? 

En Kazajstán muchos hermanos fueron procesados por compartir su fe con otros.

¿Acostumbras a llevar a tus hijos a las reuniones? 

En Kazajstán varias congregaciones fueron perseguidas por permitir que los niños asistieran a las reuniones. Los castigos consisten en multas, cárcel y la prohibición de realizar actividades religiosas. 

Las autoridades han deportado a varios cristianos extranjeros por haber participado en reuniones, y han confiscado y destruido su literatura bíblica. [Fuente desconocida]

Consideremos a continuación algunas citas de la Biblia relacionadas con el tema de la persecución:

 “Bienaventurados seréis, cuando los hombres os aborrecieren, y cuando os apartaren de sí, y os vituperaren, y desecharen vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre” (Lucas 6:22).  

“¡Ay de vosotros, cuando todos los hombres hablaren bien de vosotros!” (Lucas 6:26).  

Cuando el cristianismo se transforma en algo atractivo y popular para el mundo (que está cada vez más del lado del ateismo, del humanismo, del ocultismo etc.) esto es una señal que denota que los cristianos se han alejado de los fundamentos bíblicos. El Señor Jesucristo, el Hijo del Dios Todopoderoso, no fue respetado cuando vino al mundo hace 2.000 años atrás; y el mundo de hoy tampoco lo respeta. 

Por esto mismo, Jesucristo pronunció las siguientes palabras significativas: “Si el mundo os aborrece, sabed que a mí me aborreció antes que a vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso el mundo os aborrece. Acordaos de la palabra que yo os dije: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra.”(Juan 15:18-20).

“Hermanos míos, no os maravilléis si el mundo os aborrece” (1 Juan 3:13).

“Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús, padecerán persecución”  (2 Timoteo 3:12).

Oremos por los cristianos de Kazajstán, para que se mantengan firmes el la fe a pesar de estos peligros de persecución. Oremos para que el Señor les fortalezca, proteja y les dé sabiduría para que sepan cómo conducirse.

Oremos asimismo por los muchos otros países donde nuestros hermanos en la fe son perseguidos.

Pero oremos también por nosotros mismos, para que recibamos más ánimo en nuestra vida espiritual y para que seamos verdaderos y auténticos testigos de Jesucristo. Y oremos por nuestros países “libres” para que haya un genuino despertar espiritual. Oremos por las autoridades, para que se den cuenta que la respuesta no está en el comunismo, ni en el humanismo, ni en el genderismo, ni en el ocultismo, sino únicamente es hallada en la Palabra de Dios revelada en la Biblia.

Tomemos también a pecho las siguientes palabras del apóstol Pablo, quien habiendo sido un perseguidor de los cristianos fue transformado en un perseguido: 

“Por tanto, os ruego hermanos por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro servicio racional. Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:1-2).

Te hiciste alguna vez la pregunta: “¿Por qué aún nadie me persigue?”

Muchas bendiciones -- Alberto

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