Cristianos de Iglesia de Casa liberados

Once cristianos iraníes, arrestados en el mes de abril 2011, fueron llevados a los tribunales por haber tomado vino con motivo de la cena del Señor, mientras participaban de una reunión de una iglesia de hogar. Por ello fueron acusados de "actuar contra el orden [islámico] del país". El grupo fue llevado ante el Tribunal Revolucionario de Bandar Anzali el día 10 de mayo 2011, donde su abogado hizo una declaración en su defensa.

El juez confirmó la declaración del abogado defensor respecto a que participaron de una ceremonia religiosa, por lo que no encontró evidencias que apoyen la acusación de que habían estado actuando contra la seguridad nacional o el orden del país.

El veredicto escrito del tribunal declaró que, dado que los once acusados alegaron que realizaban una ceremonia cristiana, sus actividades están cubiertas por el artículo 13 de la constitución iraní, que permite a los cristianos, Judíos y zoroastrianos "realizar sus ritos religiosos y ceremonias, y actuar de acuerdo a su propio canon en materia de asuntos personales y en la educación religiosa".

Los derechos constitucionales de Irán muchas veces no son respetados, ya que la comunidad cristiana frecuentemente es hostigada y perseguida; pero debemos agradecer a Dios por los cristianos liberados y, a la vez, perseverar orando por Irán, para que los demás cristianos detenidos también sean liberados.

A las absoluciones de estos once cristianos siguió la puesta en libertad el 30 de mayo de otros tres cristianos, Sonia Keshish-Avanesian, Arash Kermanjani y su esposa Arezo Teymouri, después de 239 días tras las rejas. El marido de Sonia, el Pastor Vahik Abrahamian, permanece bajo custodia.

Otros seis cristianos, cuyo juicio por “blasfemia” ha sido aplazado dos veces, todavía están esperando el resultado de una consulta sobre su caso. A los fiscales se les ha dado más tiempo para recabar la opinión de las iglesias tradicionales de Irán sobre la validez de la acusación.

El pastor Youcef Nadarkhani también sigue a la espera de una fecha para su apelación contra una sentencia de muerte por apostasía, publicada oficialmente en noviembre de 2010. 

Fuente: Barnabas Fund 31.5.2011; redacción: VM-Argentina

El cristianismo comenzó a difundirse en Irán (la antigua Persia) poco después de la muerte y resurrección de Jesucristo. Más tarde, en el año 642, cuando los musulmanes árabes invadieron el país, el 25% de la población era de la fe cristiana. Hoy en día, el número de cristianos de todas las denominaciones se estima en menos del 1 %. El Islam chiíta es la religión del estado, y el actual presidente, Mahmud Ahmadineyad, ha expresado que quiere "parar el cristianismo en este país". 

Fuente: VM-Canadá

Circulan noticias de que anualmente 6 millones de musulmanes se convierten al cristianismo. Según un artículo difundido por NoticiaCristiana.com, se informa que de las 15.000 conversiones en Francia, unas 10.000 son hacia el catolicismo. Es de suponer que de los mencionados 6 millones de convertidos, también la proporción sea la misma. Llama la atención que no haya una fuente fidedigna que confirme estos números (si la hubiera y la conoces, por favor, compártela con nosotros).  

Por otro lado, puede ser que estas noticias circulantes en realidad escondan otras intenciones; como por ejemplo el hacernos creer - por el hecho de que muchos musulmanes se están convirtiendo a Cristo - que ya no es necesario preocuparse por el avance mundial del Islam. Al mismo tiempo, dicha información puede servir para infundirles a los musulmanes – cuyo libro es el Corán y cuyo Dios es Alá - una mayor hostilidad hacia los cristianos, y perseguirlos con aún más crueldad (esto ya podemos observar). Por supuesto, nos alegramos de cada persona que se convierte a Cristo, especialmente si es musulmán. Sin embargo, no podemos ser ciegos a los aspectos aquí explicados. Además debemos tener cuidado con noticias sensacionalistas.  

Debemos orar con fervor por los países musulmanes y también por nuestros propios países occidentales; por los cristianos perseguidos y por los que no son perseguidos, para que se afirmen en la fe pura y bíblica; y también debemos orar por nosotros mismos en este sentido. A.P.

Buscar