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Colombia: ¿Cómo es la persecución?
Población de Colombia en 2023: 52.28 millones.
El porcentaje de cristianos en 2020: católicos: 57%
Las confesiones cristianas, evangélicas pentecostales, protestantes y adventistas: 21,5%;
en total: 78,5%.
Grupos y bandas de guerrilleros armados siguen controlando y luchando en amplias zonas del territorio nacional. La persecución de estos grupos se intensificó a lo largo del año 2022, influida por su interés político durante las elecciones presidenciales. Ven a la Iglesia como una amenaza para su poder y estabilidad, sobre todo cuando los miembros de las bandas se convierten al cristianismo o los líderes eclesiásticos denuncian la violencia y la corrupción. Esto lleva a que los líderes eclesiásticos sean amenazados, acosados, e incluso asesinados, por no mencionar las restricciones de movilidad impuestas por medios ilegales. Los líderes de las bandas tienen como objetivo a los hijos de las familias cristianas, intentando reclutarlos o secuestrarlos para socavar la iglesia y obligarla a desplazarse. Si son reclutados, los jóvenes cristianos se ven obligados a participar en actividades de vigilancia, extorsión, tráfico, abusos y asesinatos, o se enfrentan a amenazas de muerte de por vida por parte de las bandas. Las niñas corren el riesgo de una vida de abusos sexuales.
En muchas comunidades indígenas lamentablemente existe una fuerte oposición a compartir el Evangelio. Los indígenas colombianos que abandonan sus creencias tradicionales para hacerse cristianos pueden sufrir violencia o ser encarcelados, se les pueden negar sus derechos básicos y pueden ser expulsados de sus tierras ancestrales y quedar desplazados.
Las mujeres y los hombres sufren la persecución de distintas maneras. Las mujeres cristianas en las comunidades indígenas suelen ser prometidas en matrimonio con hombres no cristianos, intentando, de esta manera, que nieguen su fe. Ellas incluso suelen ser abandonadas por sus maridos y las separan de sus hijos, las expulsan de sus tribus y hasta pueden llegar a ser víctimas de trata.
Los hombres cristianos pueden ser extorsionados, golpeados, hasta asesinados. En las zonas rurales y controladas por grupos armados, es muy difícil para los hombres y los niños evitar el adoctrinamiento. A los jóvenes cristianos se les ve como blanco fácil para que los recluten estos grupos armados, intentando destruir las familias y las iglesias, y de negarse estos jóvenes pueden sufrir violaciones, amenazas de muerte para ellos y sus familias.
Oremos por fortaleza para nuestros hermanos en Colombia que viven en estas zonas donde es muy difícil seguir a Cristo.
Oremos por el consuelo para los que sufren separaciones familiares, violencia y exilio por estar firme en su fe en nuestro señor Jesucristo.
Oremos para que el Señor nos de la fortaleza, entereza y sabiduría a los que vivimos en países donde “aun” no hay persecución y que estemos preparados cuando estos tiempos lleguen.
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos (Mateo 5:10).
Fuente: Puertas Abiertas; Editado: VM-Ar
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