Los cristianos de Corea del Sur fueron liberados, pero a un precio

El 14 de agosto 2007 liberaron a dos mujeres que se encontraban seriamente enfermas. Los 19 rehenes restantes fueron dejados en libertad durante los días 29 y 30 de agosto. En respuesta a la demanda de los secuestradores, el gobierno coreano del sur acordó retirar sus 200 soldados de Afganistán, tal como ya estaba programado, para el fin del año 2007. Además el gobierno coreano convino terminar todo el trabajo misionero en Afganistán.

Aquí cabe señalar que el segundo punto es absurdo, ya que ningún gobierno tiene derecho ni poder de permitir, impedir o prohibir actividad misionera alguna; Jesucristo mismo ordenó a sus seguidores: “id, y haced discípulos á todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado” (Mat 28:19-20). Y en Hechos 4:19 dos de los primeros misioneros, los discípulos Pedro y Juan, respondiendo a la demanda de las autoridades, dijeron: “Juzgad si es justo delante de Dios obedecer antes á vosotros que á Dios” - confesando de esta manera que su máxima autoridad era Dios, y que ellos iban a seguir predicando el evangelio de Jesucristo sin importarles las consecuencias; pues retenían la promesa de que Jesús estaría con ellos siempre.  

No obstante, podemos agradecer a Dios por la liberación de los demás misioneros cristianos coreanos. Oremos también por aquellos que estén haciendo luto por los dos hermanos que fueron asesinados por los talibanes. 
Oremos para que las agencias misioneras tengan sabiduría y no se desanimen, y sigan valientemente preparando misioneros para que compartan el amor de Cristo y Su evangelio en estos países tan peligrosos.

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