Un portavoz talibán aseguró este viernes que dos de las dieciocho mujeres del grupo están "gravemente enfermas" y "no pueden caminar", por lo que los secuestradores estarían dispuestos a liberarlas de inmediato a cambio de la excarcelación de dos presos insurgentes. Pasadas 24 horas de esas declaraciones, no han difundido ninguna nueva información al respecto por parte de las delegaciones gubernamentales o de los talibanes.
En la provincia oriental de Ghazni, lugar del secuestro, se encuentra una delegación de Seúl encabezada por el embajador en Afganistán, el cual intenta un diálogo más directo con los captores para tratar de hacer más ágil la negociación.
Si bien los captores aceptaron reunirse personalmente con los representantes surcoreanos, aún no se ha fijado lugar u hora para dicho encuentro.
El portavoz talibán Mohammed Yousif Ahmadi, aseguró que el embajador surcoreano, en comunicación telefónica con los captores, dijo que intentaría que tanto el gobierno de Afganistán como el de Estados Unidos aceptaran sus demandas.
Para la liberación de los rehenes, los talibanes exigen la excarcelación de varios presos insurgentes que se encuentran en las afueras de Kabul, en la prisión de Pul-e-Charkhi.
Por su parte, Kabul aseguró que hará "todo lo posible" para lograr la liberación de los surcoreanos, pero siempre dentro de los límites de la "ley y la constitución" de Afganistán.
Recordemos que el ejecutivo afgano fue fuertemente criticado en abril pasado, luego que reconoció haber liberado a varios presos talibanes a cambio de la liberación del periodista italiano Daniele Mastrogiacomo, secuestrado por un grupo insurgente. Hamid Karzai, el presidente afgano, había asegurado que ese fue un caso muy particular y que nunca se volvería a repetir.
Nuestros hermanos fueron capturados por un grupo talibán el 19 de julio del 07, en Ghazni, mientras viajaban en autobús desde Kabul a la región meridional de Kandahar, una de las rutas más peligrosas del país asiático. Cabe señalar, que ya fueron ejecutados dos de ellos a raíz de la negación del gobierno afgano de acceder a las condiciones de los rebeldes. Hamid Karzai dijo en una entrevista que acceder a liberar a los presos talibanes a cambio de la vida de los surcoreanos, "alentaría la toma de rehenes y al terrorismo". Ahmadi, vocero del movimiento talibán que mantiene cautivos a los misioneros, respondió desde la clandestinidad que, sin importar lo que decidan los gobiernos de Estados Unidos y de Afganistán, la toma de rehenes seguirá siendo un método para ellos. Agregó también que esos gobiernos (afgano y estadounidense) serán responsables de lo que les ocurra a los rehenes.
Este grupo de cristianos estaba presente en Afganistán en misión de ayuda humanitaria; 16 de los 23 integrantes del grupo son mujeres. Algunos dicen que no fueron cuidadosos, pero ellos conocían los riesgos del servicio y habían tomado precauciones, como lo hicieron en las otras oportunidades que estuvieron en este país.
Una semana después del secuestro, los talibanes dieron muerte al pastor evangélico Bae Hyung-kyu, de 42 años y líder del grupo; y unos días después, el 31 de julio, ejecutaron a Shing Sun-min, de 29 años, y abandonaron sus cuerpos en un campo.
El funeral de este último se celebró el sábado 4 de agosto, en Seúl, en presencia de más de 300 personas y presidido por el pastor presbiteriano Park Eun-jo, quien además es el líder del grupo cristiano al que pertenecen los secuestrados. Por su parte, los familiares de Bae Hyung-kyu han decidido no oficiar su funeral sino hasta que el resto del grupo regrese a Corea del Sur.
También en Afganistán sigue secuestrado por parte de un grupo talibán, un ingeniero de nacionalidad alemana, capturado en la provincia centro-oriental de Maidan Wardak, un día antes del secuestro de nuestros hermanos surcoreanos. Este ingeniero fue capturado junto a un colega de su misma nacionalidad, asesinado a tiros por los rebeldes el día 21 de julio.
Fuente: Agencias / Redacción: Iglesia En Marcha 7.8.07