Los hermanos en Cristo, Steven Ocean y Titus Sufra, de 23 y 24 años respectivamente, eran entrañables amigos y se habían graduado del Instituto Bíblico el año pasado. Se dedicaban a predicar en las calles a niños y adultos. La noche del domingo 31 de enero de 2010, mientras predicaban en el barrio Boynton Beach de Florida, se acercaron a un hombre que estaba bajo un árbol, para compartirle la palabra de vida. Luego de 15 minutos de charla, se alejaron de él, continuando su caminata evangelistica.
Pero de inmediato advirtieron que este hombre, corría tras ellos con una pistola en la mano. Titus Sufra fue el primero en ser alcanzado por las balas del arma de esta persona de nombre Jeriah Woody; luego Steven Ocean recibió un disparo en la nalga, que lo hizo tropezar y caer al pavimento. Sin perder tiempo, Woody se acercó a él y lo remató con un disparo en la espalda, al estilo ejecución. El detalle de lo acontecido se debe al testimonio de un tercer hermano en Cristo que acompañaba a Steven y Titus, el cual logró escapar de los disparos de Woody.
Desde el 3 de febrero de 2010, Jeriah Woody se encuentra arrestado, sin derecho a fianza, por el cargo de dos asesinatos en primer grado.
Lo más lamentable es que, si bien el asesinato efectivamente ocurrió, los “importantes” medios de comunicación seculares ignoraron este suceso. Al respecto Todd Nettleton, de Voice of the Martyrs (La Voz de los Mártires-USA), dijo: "Si se hubiese tratado de dos musulmanes quienes, estando compartiendo el Corán con la gente y hablando sobre Mahoma, hubieran sido baleados y asesinados, habrían habido marchas, protestas y cobertura de 24 horas; como cristiano, es frustrante saber que a los medios no les importó el asesinatos de estos dos hermanos".
Algo parecido hubiese pasado en Alemania, Inglaterra, Holanda, etc. ¿A qué lavado cerebral hemos llegado? Jonathan Racho, de International Christian Concern (Preocupación Cristiana Internacional) opina que esto podría ser una tendencia: "Existe un creciente rechazo hacia los cristianos en este país. Más y más personas se están volviendo intolerantes. Este es un caso muy claro de un crimen de odio en contra de los cristianos". Si bien se ponen habitualmente de manifiesto los “crímenes de odio” contra homosexuales, musulmanes, etc., no sucede lo mismo con esta clase de “crímenes” contra los cristianos.
Fuentes: Revistalogos.com