Gobierno Chino sigue duro con el movimiento cristiano

22.5. 2006

Autoridades chinas han arrestado a varios líderes de la iglesia subterránea y deportaron a un misionero Sur Coreano, lo que ha significado un golpe duro al movimiento de las iglesias de hogar en esa nación. 

La Asociación de Ayuda a China (CCA por sus siglas en inglés) anunció esta semana el arresto de Liu Yuhua y la expulsión del misionero Surcoreano Cui Rongbu, quien fuera arrestado junto con 10 líderes cristianos en la provincia de Jiangsu la semana pasada. 



"Esta nueva oleada de arrestos son una contradicción al anuncio del Gobierno Chino, que dice fomentar la libertad religiosa", indica Bob Fu, presidente de CCA. 

Liu fue arrestado bajo los cargos de haber hecho "negocios ilegales", debido a que imprimió Biblias y literatura cristiana. Según indica CCA, Lui imprimía material cristiano para su congregación y no recibía dinero alguno por este material. 

La policía llegó a las oficinas de Liu sin ningún tipo de autorización fiscal, incautó todo el material impreso y revisó sus cuentas bancarias. 

Experto legales indican que el arresto de Liu recuerda el caso del pastor Cai Zhuohua, quien se encuentra en prisión desde el 2005 por haber impreso literatura cristiana sin consentimiento del gobierno comunista. 

En China, la Imprenta Amity es la única que cuenta con la autorización para imprimir Biblias. Es una imprenta oficial. Se dice que ha impreso casi 40 millones de Biblias entre 1981 y 2005 (o sea 1.7 millones por año). 

Sin embargo, los miembros de las iglesias de hogar denuncian que la venta de estas Biblias está regulada por el Gobierno, en relación a la cantidad que una persona puede comprar; es por esto que algunos líderes cristianos han optado por imprimir Biblias, debido a la gran cantidad de personas que se convierten al cristianismo en la actualidad. 

La expulsión de Cui Rongbu también es un hecho doloroso para los cristianos en ese país. Cui, es un pastor que llevaba a cabo una serie de estudios bíblicos con unas 60 personas que se congregaban en los hogares. La policía lo arresto, de una manera brutal, junto a otros 11 pastores; algunos de ellos recibieron golpes y descargas eléctricas, según indicaron algunos testigos. 

Todos los arrestados fueron liberados después de 10 horas de interrogatorios, pero al día siguiente Cui recibió la orden de abandonar China en 48 horas.

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