La persecución de cristianos evangélicos en este estado meridional de México, Chiapas, se está acelerando diariamente en las regiones indígenas, según un informe del 9 de febrero de 2007. Alfonso Farrera, un abogado cristiano, indica que la mayor parte de los problemas provienen de algunos líderes de pequeños pueblos que insisten que los evangélicos paguen cierta parte de los costos de los festivales locales, los cuales incluyen ceremonias que son una mezcla de religiones nativas tradicionales y catolicismo. Si los evangélicos se niegan a pagar, son sacados a la fuerza de sus hogares y se confiscan sus propiedades.

El 31 de enero de 2007, tres evangélicos del municipio del San Juan Chamula, viajando en un automóvil a sus casas, cayeron en una emboscada y recibieron disparos de armas de fuego. Los tres tuvieron que ser hospitalizados. Las autoridades concluyeron que el ataque fue hecho debido a su fe. 

También en enero, varias familias de creyentes evangélicos, en el municipio de Los Pozos de Huixtan, sufrieron el corte del suministro de agua y les prohibieron cortar leña. 
Incidentes donde creyentes del estado de Chiapashan son expulsado de sus hogares, encarcelados, multados y amenazas de colgarlos con ser colgados en horcas, se están incrementando actualmente de manera precipitada.

Oremos para que los cristianos en Chiapas encuentren la paz de Dios, “que sobrepasa todo entendimiento” (Filipenses 4:7). 
Oremos para que estos creyentes atribulados puedan, no obstante, ser un testimonio del amor y de la misericordia de Dios a sus vecinos alrededor de ellos. 

Fuente: VM-Canadá, redaccioón: VM-Argentina