Según informes, el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong Un, ordenó la ejecución de 33 personas por convertirse al cristianismo y por supuestamente recibir dinero del misionero bautista, Kim Jung Wook, de Corea del Sur para abrir 500 iglesias clandestinas (casa -iglesias). Kim Jung Wook fue arrestado en octubre de 2013.
Una fuente no identificada dijo al medio The Chosunilbo que los 33 conversos serán ejecutados en una celda secreta en el Departamento de Seguridad del Estado de Corea del Norte por cargos como, tratar de derrocar el régimen comunista mediante el establecimiento de las iglesias subterráneas.
Según los conocedores del tema, Kim Jong Un tiene la intención de mostrar un cruel castigo como ejemplo a posibles nuevos conversos; y como una manera de intensificar los esfuerzos para reforzar la doctrina de autosuficiencia del país y mantener alejadas las creencias religiosas y prácticas capitalistas.
Cinco de los detenidos, en una conferencia de prensa afirmaron - seguramente después de haber sido torturados - que se conocieron con el misionero bautista y aceptaron dinero de él y otros agentes de Corea del Sur. Supuestamente, les dijeron que el régimen se derrumbará, "si se abre una iglesia en Pyongyang, cerca donde una estatua enorme del fundador de la nación Kim Il Sung se encuentra", según el informe.
Otros, sin embargo, han desafiado ese informe como un ardid diseñado para descubrir los lugares de las iglesias clandestinas en Corea del Norte. También argumentaron que Jung Wook no entró a Corea del Norte de forma voluntaria sino que había sido secuestrado en la ciudad china de Dandong, por agentes norcoreanos.
Corea del Norte sostiene que las iglesias subterráneas son células de sedición financiadas por el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur.
Otro miembro de un grupo misionero no identificado, dijo: "Hay cientos de iglesias clandestinas por todo Corea del Norte. Los norcoreanos han perdido la esperanza en su futuro y se sienten atraídos por la religión. Los adeptos al cristianismo están buscando una alternativa a la ideología norcoreana".
La gran mayoría de los norcoreanos, aparentemente, está hundida en la pobreza absoluta debido a la prolongada recesión económica, la falta en el suministro estatal de las raciones y la corrupción rampante. Muchos norcoreanos tienen trabajos secundarios para complementar sus magros ingresos; pero la mayoría de ellos tiene que sobornar a funcionarios y apenas se pueden ganar lo indispensable para sobrevivir. Algunas personas encuentran trabajo como empleadas domésticas o como trabajadores de la construcción; pero muchas otras se han convertido en personas sin hogar.
Oremos para que los cristianos de Corea del Norte sean protegidos por Dios mismo, que no nieguen su fe y que puedan experimentar la libertad de reunirse.
Oremos para que el movimiento de las casa-iglesias pueda prosperar y dar mucho fruto para la gloria del Reino de Dios.
Fuente: AcontecerCristiano.Net, 9.3. 2014; Redacción: VM-Ar