En 2009, Mohammad Shafia fue acusado de asesinar a sus tres hijas adolescentes (Zainab, 19; Sahar, 17; Geeti, 13) y a su primera esposa Rona, en Montreal, Canadá. También fue acusado el primer hijo de Shafia. Las mujeres fueron encontradas en un auto sumergido en un canal. El hermano y la hermana de Rona dijeron que fue un crimen de honor.
Cuando el caso llegó a juicio este mes de octubre de 2011, el diario National Post observó: "Es la bandera con la hoja de arce canadiense que vuela alto sobre las pintorescas esclusas de Kingston Mills, cerca de esta ciudad histórica; pero en la noche del 30 de junio de 2009, podría muy bien haber sido la bandera negra, roja y verde de Afganistán, con su línea sagrada proclamando la grandeza de Alá. Lo que sucedió en las esclusas aquella noche, los fiscales de la Corona en Ontario de la Corte Superior indagaron y concluyeron que fue un “crimen de honor”, según la costumbre de Afganistán.
Después que los cuerpos fueron descubiertos, Mohammad Shafia maldecía su memoria, diciendo que las mujeres habían "traicionado a nuestra religión". En una conversación captada por un dispositivo de grabación de la policía en el coche familiar, Shafia dijo: "Yo me digo a mí mismo:`hiciste bien´. Si volvieran a la vida, yo lo haría de nuevo". Las tres hermanas al haber temido por sus vidas ya habían buscado la protección de la policía. En su diario, Rona había descrito palizas a manos de su marido y el trato cruel de su segunda esposa, quien le dijo: “Tu vida está en mis manos. Tú no eres su esposa, eres mi sierva”.
Fuente: Way of Life News 28.10. 2011; Redacción: VM-Argentina