Área: 86,600 km²
Población: 10.000.000 habi. (2019)
9.754.830 habi. (2016)
Distribución étnica: azeries 90,6 %, dagestanies 2,2%, rusos 1,8%, armenios 1,5 % (estos últimos viven en su mayoría en la región separatista de Nagorno-Karabakh).
Lenguas: el azerbaijani (= azeri es un idioma turco) es el idioma oficial: 89 %, el ruso 3 %, el armenio 2 %
Religión: musulmanes 93,4% (de estos el 70 % shiitas y 30 % sunni), pero solo el 10 % son musulmanes practicantes
Rusos ortodoxos: 2,5 %
Armenios 2 %
otros 1,5 %
25 a 30 mil judíos
Tipo de gobierno: República semipresidencialista
Capital: Baku
Población por debajo del nivel de pobreza: 6% (2012) - 49% (2002)
Este país del sur-occidente de Asia (con una pequeña parte de Europa) ha sido dominado durante siglos por sus vecinos. Desde 1922 fue dominado por la ex Unión Soviética, hasta que se independizó en 1991. En 1993, el gobierno electo fue derrocado por el ejército, y el antiguo secretario del partido comunista de Azerbaiján, Geydar Aliyev, fue instalado como presidente. Luego, en el año 2003, el hijo de Geydar Aliyev, Ilham, es puesto como presidente a pesar de engaños y protestas. Ilham prometió más libertades democráticas pero en realidad sucedió lo contrario.
La población cristiana es étnicamente casi exclusivamente rusa y armenia. Los Azeries son predominantemente musulmanes y esto resulta también en una discriminación racial que afecta la libertad de religión. A pesar de que bajo la ley de Azerbaiján las iglesias no necesitan registrarse, se ha informado de varios incidentes en los cuales iglesias fueron clausuradas o destruidas por no haberse registrado. Las iglesias viven bajo el miedo de ser molestadas por las autoridades. En noviembre de 2004 una iglesia fue asaltada por la policía. Los niños presentes allí fueron interrogados en contra de la voluntad de sus padres con preguntas como: si fueron forzados para atender las reuniones.
En 2005 un creyente joven fue detenido y golpeado cuando se negó, por razones de su fe, a hacer el servicio militar. A pesar de haberse negado, tuvo que incorporarse al ejército; y su castigo, ya ingresado, fue intensificado cuando compartió su fe con otros soldados y cuando descubrieron varios calendarios cristianos en su posesión.
A los cristianos extranjeros que se encuentran en Azerbaiján les está prohibido hacer “propaganda religiosa”, y para las iglesias cristianas hay severas restricciones en cuanto a la distribución de literatura religiosa “no tradicional”. Toda literatura religiosa tiene que ser aprobada por el gobierno. Esta aprobación raramente es dada; por el contrario, miles de libros cristianos han sido destruidos. Solo el Islam, la Iglesia Rusa Ortodoxa y el Judaísmo son considerados religiones tradicionales. Los medios de comunicación que están bajo el control del gobierno hacen énfasis en que los azerbaijanos vuelvan a la fe de sus antepasados, es decir al Islam.