Mussie Eyob, quien se había convertido al cristianismo hace dos años, fue detenido en la ciudad saudita de Jeddah porque había hablado a algunos musulmanes acerca de su fe cristiana. Fue trasladado a la tristemente conocida prisión de alta seguridad llamada Briman, y ahora está a la espera del veredicto.
En Arabia Saudita, donde una estricta forma del Islam sunita es la religión del estado, aun la simple posesión de una Biblia está prohibido. Como cristiano, hablar con los musulmanes acerca de la fe cristiana en este reino wahabí de Arabia Saudita, es un delito grave y se castiga con la muerte. Los familiares y amigos a quienes se les permitió visitar a Mussie dijeron que estaba en una condición relativamente buena, y que sabía que Jesucristo está con él.
En Arabia Saudita los presos - y más si se trata de cristianos - están siendo abusados a menudo para obtener informaciones o para forzarlos a convertirse al Islam. Arabia Saudita está al lado de Irán, uno de los países con mayor número de ejecuciones de cristianos.
El grupo de derechos humanos Amnistía Internacional dice que en Arabia Saudita hay encarceladas al menos 141 personas - incluyendo 104 extranjeros procedentes de África, Asia y otros países del Medio Oriente - esperando ser ejecutadas.
Fuente: factum-magazin.ch, 29.3.2011; redacción: VM-Ar
Oremos por Mussie Eyob y los demás cristianos condenados a morir por su fe para que sean liberados y que no abandonen la fe a pesar de amenazas y maltratos.
Oremos para que por el testimonio de estos cristianos muchos musulmanes conozcan a Jesucristo como Salvador y el único camino a la vida eterna.
Pero oremos también para que el testimonio cristiano auténtico crezca no sólo en Arabia Saudita, sino en todo lugar donde haya persecución y también en nuestros países que consideramos “cristianos” o “libres”.