Área: 652.860 km²; e del terreno consiste de montañas.
Población: 38.071.754 hab. (estimado en 2021); densidad: 58,3 hab./km²
33.332.025 hab. (estimado en 2016); densidad: 51 hab./km²
Distribución étnica: pashtun 42%, tayik 27%, hazara 9%, uzbeko 9%, aimak 4%, turkmeno 3%, balock 2%, el resto: 4%
Lenguas: los idiomas oficiales incluyen el persa afgano (Dari) 50%, el pashtun 35%, el tayik: cerca de 30 %; otros idiomas hablados son lenguas turcas (básicamente el hazara, luego el uzbeko, el turcomano y el turkmeno) 35 %; además 30 lenguas menores (básicamente el brluchi y el pashai) 4%. El bilingüismo es común.
Religiones: musulmanes sunnitas: 83,3%
musulmanes shiitas:15,3%
hindúes: 0,4%
no creyentes 0,1%
otras religiones 0,9% de los cuales aproximadamente hay 8.000 cristianos - no se sabe el número exacto.
Tipo de gobierno: República Islámica presidencialista
Capital: Kabul
Población por debajo del nivel de pobreza: 72% (2021) - 54,5 % (2016)
En la antigüedad el territorio de Afganistán pertenecía al reino persa, luego fue gobernado por descendientes de las tropas de Alejandro el Grande. Posteriormente sucedió la invasión de los árabes musulmanes, y de a poco el Islam comenzó a expandirse y a imponerse como factor dominante. En 1747 se fundó un reinado en el este de Afganistán, el cual se considera el precursor de esta nación. Entre 1839 y 1919 Inglaterra había conquistado, dominado y colonizado a Afganistán por medio de guerras. Pero la resistencia de los nativos siempre fue tenaz. El 8 de agosto de 1919, Afganistán fue reconocido como estado soberano e independiente.
La invasión soviética en 1978, que tenía como propósito instalar un régimen comunista, produjo consecuencias desastrosas; y aún después de retirarse los soviéticos, una década más tarde, tampoco volvió la paz. Cuando los comunistas perdieron la guerra, fuerzas musulmanas tomaron su lugar e involucraron a todo el país de Afganistán en una guerra civil - en el Jihad o guerra santa - lo cual desencadenó una cruel competencia entre diferentes divisiones islámicas por una supremacía religiosa y política. Afganistán quedo devastado, y fue finalmente gobernado, a partir de septiembre de 1996, por los Talibán y su forma extrema de un Islam político y militante. Bajo su gobierno se adoptaron reglas extremas, como por ejemplo: mujeres infieles fueron apedreadas; a los ladrones se les cortaba una mano; a las mujeres no se les permitió más asistir a escuelas y mucho menos a universidades, y se les prohibió trabajar fuera de sus casas en oficios o simples empleos. Los hombres, de acuerdo a un código islámico estricto, tuvieron que dejarse crecer la barba. Los no-musulmanes no tenían absolutamente ninguna libertad para reunirse, y el testimonio cristiano abierto, aun cuando haya sido proclamado en campos de refugiados, muchas veces motivó el asesinato de nuestros hermanos en la fe. Habitualmente, los que se convierten a Cristo son asesinados por sus propios familiares.
Durante el transcurso de la invasión dirigida por los Estados Unidos a fines del 2001, en el contexto de la “guerra contra el terrorismo”, el gobierno talibán fue derrocado y en su lugar fue instalado un gobierno provisorio. Con este cambio llegó algo de esperanza para los cristianos; sin embargo, aún no existe una verdadera libertad de culto.
Actualmente (2007) Afganistán produce un 87 % del opio ilegalmente elaborado a nivel mundial, y el 90 % del consumo de opio en Europa proviene de esta producción. Los ingresos de este comercio ilícito son equivalentes a la mitad de todos los ingresos brutos legales de Afganistán. En este contexto se debe entender que la guerra contra los Talibán aún no está ganada. Al contrario, muchos líderes locales (warlords) están contribuyendo a la anarquía y la corrupción.
En el año 2004 de nuevo hubo cambios en la política y en las autoridades gubernamentales. Una nueva constitución fue adoptada y hubo elecciones democráticas. La constitución no es bien definida con respecto al trato de las religiones y esto en el futuro podría llevar al abuso. Además, los Talibán mantienen una fuerte influencia en áreas donde el gobierno electo no tiene el control asegurado.
El poder de los Talibán se evidenció en julio 2004, cuando guerrilleros talibanes mataron a un clérigo musulmán después de descubrir que este estaba propagando el cristianismo. En Afganistán, los extranjeros cristianos que desean ayudar a reedificar el país y que a su vez tratan de testificar de Cristo, corren el mismo peligro de ser asesinados.
Desde mediados de 2006, fuerzas talibanes, fuertemente reforzadas y bien equipadas, luchan contra tropas nacionales e internacionales. Por causa de esta guerra civil, cuatro millones de afganos se habían refugiado en países vecinos. Si bien la mayoría de ellos volvió, ahora de nuevo quieren escaparse, ya que no ven futuro en su patria. No existe ningún sistema judicial ni administrativo efectivo.
A partir de 1994 los Talibán tuvieron éxito porque utilizaron un programa atractivo. Durante cierto lapso perdieron en popularidad, pero ahora de nuevo están recobrando su éxito. Esto sucede porque los que deberían tener el control no están en condiciones de reconstruir el país ni de atender las necesidades de la población de manera adecuada.
A través de su historia, Afganistán ha sido gobernado en gran medida por los distintos jefes tribales. Sólo había sido posible controlar una región reducida alrededor de la capital, Kabul, por cualquiera de las fuerzas de un gobierno afgano central o fuerzas extranjeras. Por esto no es de sorprender el avance talibán durante 2007, y el creciente peligro de que Afganistán de nuevo pueda caer en manos de los mismos talibanes. Ahora, después de seis años de conflicto, los estadounidenses, los británicos y las fuerzas de la OTAN están aprendiendo que no pueden controlar el interior de este país.
Es curioso que durante la ocupación soviética de Afganistán, los Estados Unidos dieron instrucción y apoyo a los Talibán; y que durante el tiempo cuando ellos gobernaban, el cultivo de la amapola estaba prohibido. Ahora, en el Afganistán liberado (ocupado por Estados Unidos y otras fuerzas occidentales), la producción de opio se estima en 300 billones de Euros anuales, cubriendo el 93 % de la producción mundial. En ningún otro país se produjo jamás tal cantidad de drogas. No hace falta mencionar que con estos ingresos los Talibán y los Warlords (cabecillas locales) pueden muy bien mejorar sus equipamientos militares.
2008: Sólo el 30 % del territorio nacional está bajo el control del gobierno electo, los restantes 70 % son controlados por los Talibán, los líderes de la Alianza del Norte, cabecillas tribales y los barones de la droga.
Otra curiosidad: El hombre más buscado del mundo, el hombre por cuya cabeza se pagaría 25 millones de dólares; ese hombre por el cual, para lograr su captura, en un principio, se invadió Afganistán en el año 2001. Ese hombre a quien se busca con 90.000 efectivos, con los equipamientos electrónicos más avanzados, con satélites, con los más modernos aviones de reconocimiento, etc. - Ese hombre, después de tantos años de búsqueda, aún está prófugo.
Durante el año 2006 murieron más de 4.000 personas durante el combate y a causa de los atentados.
Pedidos de Oración
- Oremos para que la mano de Dios se haga visible aún en medio del caos que se vive en Afganistán, y que la esperanza que únicamente se halla en Cristo pueda ablandar los corazones de muchos afganos y que se conviertan al Dios único y verdadero (Romanos 9:25-26).
- Oremos para que las nuevas legislaciones traigan una justa libertad de culto.
- Oremos para que los cristianos de Afganistán se mantengan firmes en su fe, pese a ser muy pocos en número, y que puedan alcanzar con su testimonio a amigos y vecinos.
- Oremos por la protección de los pocos misioneros cristianos que tienen el coraje de ir a Afganistán, y quienes solo pueden predicar y testificar de manera muy cautelosa.