El 30 de septiembre de 2018, aproximadamente 20 oficiales de policía allanaron un lugar de reuniones cristianas en el norte de Uzbekistán. Registraron el edificio y filmaron a los presentes. Los oficiales también habían traído a cuatro mujeres no identificadas que comenzaron a empujar a la gente, metiendo sus manos en las bolsas de las mujeres presentes y robando cuanto quisieron. A pesar de las protestas, la policía no detuvo sus acciones.
Como parte de la requisa, que se realizó sin orden judicial, los funcionarios confiscaron numerosos artículos, incluidos equipos de sonido, libros y una computadora. Después de más de dos horas de hostigamiento, los cristianos fueron obligados a subir a un autobús y llevados a una estación de policía para interrogarlos.
Como resultado de la presión psicológica experimentada durante el interrogatorio, una mujer y una niña de cinco años tuvieron que ser llevadas al hospital. Siguiendo el mandato de los funcionarios, para obtener fotografías y declaraciones de todos, los miembros restantes de la iglesia finalmente fueron liberados después de más de 12 horas.
Cuando posteriormente se le preguntó al oficial de servicio en la estación de policía del distrito de Bostanlyk acerca de la redada, éste afirmó que dicha operación nunca ocurrió y se negó a responder cualquier pregunta.
Oremos por todos los miembros de la iglesia que se vieron obligados a soportar esta terrible experiencia; y también por los muchos otros creyentes en Uzbekistán que enfrentan desafíos y amenazas similares.
Pidamos a Dios que le conceda a su pueblo sabiduría y gracia al tratar con las autoridades. Que sus amables palabras y su conducta honesta sirvan como testimonios de amor a quienes se oponen a la fe cristiana.
Fuentes: VM-Canada-News 25.10.2018, Foro 18; Redación: VM-Ar
Hermano, hermana: quizás estés pensando que algo semejante nunca va a suceder en tu país. Así pensaron los cristianos en muchos lugares donde luego fueron perseguidos por los comunistas, y ahora este mismo proceso está produciéndose en varios países musulmanes donde por largo tiempo cristianos y musulmanes vivían juntos pacíficamente. Te pregunto ¿estás preparado para tales pruebas?
En China comunista el gobierno actualmente (octubre 2018) está llevando a cabo una nueva campaña contra el cristianismo. Entraron, por ejemplo, en el colegio Pingyang No. 2. Primero preguntaron quiénes eran cristianos y luego trataron que todos aquellos 200 estudiantes que se habían identificado como tales renunciaran a su fe. Luego, sus maestros comenzaron a hablarles a uno por uno intimidándoles con que podrían enfrentar graves consecuencias en caso de continuar perseverando en esa fe. Después del primer zarandeo, solo 80 estudiantes siguieron confesando su identidad cristiana. Estos pronto fueron más duramente hostigados, junto a amenazas con la expulsión de la escuela, por parte de los agentes del gobierno. Perseveró solo un estudiante de 13 años, quien, pese a todo, se comprometió a confesar el nombre de Cristo. ¡No cabe duda de que esto nos debiera movilizar, y hacernos pensar y reflexionar! (Fuente: Bob Fu, China Aid)
Jesucristo nos advierte: “Acordaos de la palabra que yo os dije: El siervo no es más que su señor. Si a mí me han perseguido, también a vosotros perseguirán; si han guardado mi palabra, también guardarán la vuestra” (Juan 15:20).
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