Nicaragua ha resistido la presión del lobby abortista internacional y decidió seguir diciendo NO al aborto. Muchos de los analistas políticos y sociales de ese país han dicho que esto es ejemplo para el mundo, aunque en especial lo es para aquellos países pobres que están sufriendo esta presión de permitir el aborto.

Cuando Nicaragua consolidó su legislación que protegía al nonato, vino bajo presión sin precedentes. Por ejemplo por medio de una carta firmada por oficiales del gobierno de Canadá, de los cinco países escandinavos y de varios organismos de la ONU - incluso el fondo de la población (FNUP) y el fondo de los niños (Unicef). En esta carta se acusa hipócritamente a Nicaragua de violar los derechos establecidos en varios documentos internacionales, tales como la convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra las mujeres (CEDAW).

Más aún, el gobierno sueco agravó durante el 2007 las condiciones de ayuda a Nicaragua y a tres otras naciones latinoamericanas que están en contra del antiaborto. Finlandia, a principios de 2008, condicionó la continuación de la ayuda a los cambios en la ley del aborto en Nicaragua.

El presidente nicaragüense Daniel Ortega era promotor del aborto cuando los Sandinistas revolucionarios primero tomaron el poder a finales de los años 70. Sin embargo, desde que obtuvo la presidencia vía elecciones democráticas en 2006, Ortega ha defendido constantemente la posición antiabortista de Nicaragua frente a los críticos extranjeros. Algunos han atribuido este cambio de rumbo a su retorno a su fe católica bautismal.

Aún más drástica ha sido la primera dama de Nicaragua, Rosario Murillo. En el mes de septiembre de 2008, Murillo dio un ardiente discurso denunciando a los promotores del aborto del Norte Global, que promueven un imperialismo cultural intentando imponer los valores de una sociedad sin alma y en donde los adultos “prefieren criar animales domésticos en vez de niños.” (Fuente: LifeSiteNews 23.10.08, redacción: VM-Argentina)

El diputado del Partido Liberal Constitucionalista, Carlos Gadea, fue uno de los más de 60 parlamentarios que tomaron la decisión de mantener la sanción al aborto en el nuevo Código Penal, aunque aclaró que con su decisión no "condenan a las mujeres", sino que su intención es garantizarles la mejor atención a la madre y al bebé.

"El aborto - dijo - es un negocio más de los países ricos que mantienen como política la reducción de la población en países pobres", por considerar que "los pobres son un problema en nuestro planeta".

También opinó Max Padilla, ex Ministro de Familia de Nicaragua, quien entiende que éste es un gran triunfo, ya que las organizaciones abortistas, financiadas por las Naciones Unidas y los países nórdicos han presionado insistentemente al gobierno para que se volviera a legalizar el aborto.

"En la Asamblea Nacional había personas que estaban pagadas por asociaciones abortistas; sin embargo, la mayoría de losdiputados no aceptaron el chantaje. Prevaleció la cultura de la vida, nuestra cultura, nuestro cristianismo y catolicismo", indicó.

Para Padilla, "se ha dado un claro ejemplo de que no se debe tener miedo a los países que quieren inducir la cultura de la muerte". Ésta es una derrota para quienes promueven el aborto. Se entiende que en esto ha tenido que ver el incansable trabajo de católicos, cristianos evangélicos y de laicos, quienes declararon estar a favor de esta lucha; y sobre todo de los diputados que no tuvieron miedo de decir sí a sus raíces, a su cristianismo, a su catolicismo, a la cultura de la vida y a todo lo que el país quería.

El director para América Latina del Population Research Institute (PRI), Carlos Polo, dijo que "el triunfo de la vida en Nicaragua es un triunfo de todos los pueblos de América Latina que están reaccionando a las presiones y ataques del poderoso lobby abortista"; agregando que "con triunfos como el del Nicaragua, los pueblos de la región consolidan la protección del derecho fundamental a la vida de todos sus ciudadanos, sobre todo de las mujeres pobres que son las más afectadas en su salud y en su mente con el aborto".
"Con este tipo de respuesta generan una cultura de solidaridad y valores que de algun modo es propiciada por el discurso abortista. La manipulación de cifras, la distorsión del lenguaje y la permanente presión económica que utilizan quienes promueven el aborto, no consiguieron amedrentar a Nicaragua. ¡Felicitaciones a Nicaragua por la valentía de mantener su soberanía! Éste es un ejemplo a seguir", culminó. 
En este artículo no se consideran algunos aspectos políticos que también deberían ser importantes a tener en cuenta, como por ejemplo el hecho de que el actual presidente, Daniel Ortega, es el mismo sandinista de tendencia izquierdista, cuyo movimiento anteriormente causara tantos problemas y sufrimientos, inclusive la persecución de cristianos en este mismo país. 

Fuente: Agencias/ Redacción Iglesia En Marcha y VM-Argentina - 24.9.07