Lina Joy, una malaya convertida al cristianismo, ha entrado a la clandestinidad después de que extremistas musulmanes emitieran amenazas de muerta contra ella y los abogados que apoyan su causa. El crecido furor en esta última etapa en la larga lucha de Joy para cambiar su condición religiosa, ha llevado al Primer Ministro Abdullah Ahmad Badawi a ordenar el cese de todo debate público sobre el tema.
En el Islam la conversión, (la salida de este sistema religioso denominado “apostasía”), o se prohíbe terminatemente o es considerada una ofensa criminal bajo las leyes de la mayoría de los estados malayos; “los apostatas” pueden ser multados, detenidos y encarcelados. A mediados de agosto, la madre de Joy lanzó una solicitud pública a través del medio local de comunicación Utusan Malaysia, diciendo, “Ali, regresa y vuelve al camino. Este es mi deseo y esperanza antes de realizar el umrah (peregrinaje).” El caso es considerado por muchos como una prueba clave respecto a la libertad religiosa en Malasia. Si la corte ordena que la palabra “Islam” sea borrada de la cédula de identidad de Joy, esto confirmaría la supremacía de la constitución secular.
Fuente: Compass Direct