Niños esclavos o restavek

No es el relato de una “novela de la tarde”. Es la realidad de muchos niños hoy, de su situación enmarcada por la precariedad y el abuso, y de su extrema indefensión.

En 1492 Cristóbal Colón desembarca en esta isla, a la que llama La Hispaniola, o “Pequeña España”. Poco después tienen lugar los primeros asentamientos europeos y empiezan a funcionar las primeras plantaciones. En 1697 Francia obtiene de España la parte occidental de La Hispaniola, a la que le da el nombre de “Haití”, que significa “tierra de montañas”. Ya en 1804, Haití logra su definitiva independencia. 



Con un trasfondo espiritual profundamente sincrético, “la isla paraíso” vivió un sinnúmero de sucesos que la llevaron a décadas de penurias económicas, inestabilidad, violencia, corrupción generalizada, que se remonta hasta hoy.

Cifras que “hablan”
Según un informe de UNICEF (2006), en Haití se registran las tasas de mortalidad de menores de cinco años más elevadas del hemisferio occidental. En ningún otro país de América Latina y el Caribe – y solamente en algunos países del mundo en desarrollo fuera de África subsahariana – un niño o niña tiene más probabilidades de morir entre el primer y el cuarto año de vida que en este país. 

Alarmante

De sus 8,4 millones de habitantes casi la mitad son niños. La tasa de mortalidad infantil llega a 74 por cada 1.000 nacidos vivos, y la de mortalidad materna a 520 por cada 100.000 nacimientos.

Solamente un 40% de los niños tiene acceso a los servicios de atención de la salud más elementales. Solo el 50% del total reciben educación escolar primaria y apenas el 2% termina el ciclo escolar secundario

El temido SIDA tuvo consecuencias devastadoras para la niñez y la juventud de este país. Más de 200.000 niños han perdido a uno o a ambos progenitores debido al SIDA. Y a pesar de ello, sólo un 20% sabe cómo protegerse del virus. Sólo un 30% de la población haitiana cuenta con acceso permanente al agua potable y los servicios de saneamiento ambiental. 6.1.07

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Fuentes: El Expositor Bautista y iglesiaenmarcha.net

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