El presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, recientemente ha aprobado una ley que prohíbe el matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que será castigado con 14 años de prisión para cada miembro de la “pareja”.

Además, cualquier persona que muestre en público, de forma directa o indirecta, una relación homosexual será condenada a diez años de cárcel, según la nueva legislación.

El ministro de Justicia, Mohammed Adoke, informó a los periodistas de la aprobación de esta nueva ley este mes (enero de 2014), pero no precisó la fecha cuando iba a entrar en vigencia.

El Parlamento de Nigeria ya había dado previamente el visto bueno a esta ley, la que ha sido condenada por grupos defensores de los derechos homosexuales.

“El matrimonio o unión civil entre personas del mismo sexo no se puede formalizar en ningún lugar de culto, sea una iglesia, una mezquita o cualquier otro sitio en Nigeria”, subraya el texto legal.

La Cámara Baja del Parlamento, la Cámara de Representantes, aprobó la ley en el mes de mayo de 2013, mientras que la Cámara Alta, el Senado, ya se había pronunciado a favor en el mes de noviembre de 2011. Ambas Cámaras acordaron una versión conjunta de la ley antes de enviarla al presidente para su aprobación.

En Nigeria, el país más poblado de África, con unos 170 millones de personas, esta ley cuenta con un amplio apoyo por parte de la población, mayoritariamente cristiana y musulmana.

Tristemente, como no era de esperar de otra manera, países occidentales han expresado su oposición a la ley, tal como Gran Bretaña (donde ya repetidas veces predicadores que han dicho en público que el homosexualismo es pecado, han sido detenidos), que ha llegado a amenazar con retirar su ayuda a este país africano, si se aprobaba esta legislación.

En toda África son en total 36 países que penalizan la conducta homosexual, 31 de ellos en África Subsahariana.

Oremos por Nigeria y el continente africano, y por nuestros propios países también, para que más cristianos, los que creemos en lo que dice la Biblia, nos despertemos y tomemos la Palabra de Dios realmente en serio.

Fuente: Noticia Cristiana, 20.1.2014; Redacción: VM-Argentina