Devocionales

Jesús dijo: conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Le respondieron: Linaje de Abraham somos, y jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices tú: Seréis libres?

Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado (Juan 8. 32-34).

¿Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11).

"No se trata de que el sentimiento de libertad sea ilusorio, es la libertad misma", escribió el novelista Gérard Bessette. ¡Vivamos libres! Es el grito del corazón de los jóvenes que aspiran a vivir sin limitación.

Jesús dijo: El diablo ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira. Y a mí, porque digo la verdad, no me creéis (Juan 8:44-45).

¿Quién es el diablo para nosotros hoy? ¿Estamos tratando de domarlo, convirtiéndonos en un amigo de este corrupto, engañoso y violento, o hasta invocándolo en las canciones? ¿Aceptamos su esclavitud? ¿Estamos de acuerdo en servirle en diversas adicciones, o practicar la brujería para obtener poder y riquezas? ¿Ignoramos que una de sus victorias es llevar a los hombres a negar su propia existencia y hacer a Dios responsable del mal?

Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias (Colosenses 4:2).

Orad sin cesar (1 Tesalonicenses 5:16).

"Desde que mi hija tiene su teléfono inteligente, no hace nada más en la casa". En los foros los padres expresan su malestar mientras que sus hijos disfruten de la revolución digital. En los últimos años, las pantallas y dispositivos conectados han invadido nuestra vida cotidiana: teléfonos inteligentes, tabletas, ordenadores portátiles; todo esto sin ningún cable que dificulte nuestra movilidad.

En el año 2016 sucedió la mayor cantidad de ataques terroristas severos: unos 470 atentados, en 28 países, con 5.600 muertos e incontables heridos. Estas escenas violentas fueron seguidas por momentos de intensa emoción, dolor y el cuestionamiento, especialmente por parte de los familiares y los amigos de las víctimas en todos los países afectados. Por ejemplo, el ataque contra un periódico satírico sucedido en enero de 2015 todavía lleva a reflexiones sobre los límites de la libertad de expresión, y sobre la tentación de hacer justicia por mano propia.

Y apedrearon a Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió (Hechos 7:59-60).

El primer mártir cristiano se llamó Esteban. Se encontró con una oposición muy violenta de parte de sus compatriotas, quienes finalmente lo apedrearon. Como Jesús poco antes, Esteban oró por sus enemigos. Y la historia termina con esta declaración: "Y habiendo dicho esto, durmió".

¿No es una expresión asombrosa para describir alguien a quien mataron con piedras? ¿Puede realmente dormirse?

Buscar