Devocionales

“Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.  Y si tuviese el don de profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia; y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy” (1 Corintios 13:1,2)

El más sublime fruto del Espíritu Santo es el amor. La palabra griega usada aquí es "ágape".

"Errar la marca" sería una traducción exacta de la palabra griega hemarton (ημαρτον), traducida comúnmente como “han pecado o pecaron”. El apóstol Pablo usa este verbo griego en Romanos 3:23: “Por cuanto todos pecaron, y están privados de la gloria de Dios”. “Todos erraron la marca”, esto puede parecer un poco injusto, dado que rara vez pensaríamos que no alcanzando la altura de una meta o norma ello significa haber cometido un pecado. "Errar la marca" no parece ser una gran ofensa, considerando la mayoría de los pecados de los que somos conscientes, especialmente los más severos. Tirar una flecha que no alcanza el objetivo, ¿es pecado? ¿Seriamente?

En la época del declive del Imperio Romano, Roma era el refugio de una gran cantidad de personas inactivas e indigentes: campesinos sin tierra y ex legionarios, además de exiliados de todos los países. Por ese motivo, el emperador organizó la distribución gratuita de pan con la finalidad de calmar el hambre de todas estas personas. Para evitar que organizaran una revuelta era necesario mantener a estos desempleados ocupados en algo. Por eso el emperador organizó juegos en los anfiteatros especialmente construidos para este propósito.

En ambos versículos citados abajo, nos encontramos con la misma palabra asignada a Dios mismo y a Sus hijos*: misericordia. El término usado en griego en el segundo verso es muy fuerte, es literalmente "entrañas de misericordia".

Ser misericordioso es tener el corazón sensible a la miseria y a la desgracia de los demás. La misericordia es una de las características de Dios, es parte de su ser. Él vio desde el cielo la miserable condición de la humanidad,  estando "conmovido a compasión", tal como se ilustra en la parábola del buen samaritano (Lucas 10:33) o la del hijo pródigo (Lucas 15:20).

No matarás (Éxodo 20:13)

Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad (55:9).

Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos (Salmo 140:1)

El asesinato generalmente es castigado por las autoridades judiciales de la mayoría de los países de acuerdo con el mandamiento dado por Dios y registrado en la Biblia: "No matarás" (Éxodo 20:13).

Sin embargo, en estos mismos países, las películas, novelas e historietas tratan el asesinato como un tema trivial, de pasatiempo o de suspense.

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