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El Hombre Dominador
¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites? Le has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.
Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; todo lo pusiste debajo de sus pies (Salmo 8:4-6).
Dios había dado al hombre la capacidad de gobernar la tierra: "llenad la tierra y sojuzgadla, y señoread sobre los peces del mar, y sobre las aves de los cielos y sobre todas las bestias que se mueven sobre la tierra" (Génesis 1:28). Sin embargo, el hombre fracasó en su misión al desobedecer a Dios, y la tierra se llenó de corrupción y de violencia. En aquel tiempo, en consecuencia, Dios tuvo que destruir el viejo mundo con el diluvio. Más tarde confió el gobierno a los reyes, muchos de los cuales abusaron de su poder. Algunos gobernantes, como el orgulloso Nabucodonosor, llegaron a exigir ser adorados como dioses, ocupando el lugar que sólo corresponde a Dios.