- Devocionales
- Visto: 693
Dormirse y muerte violenta
Y apedrearon a Esteban, invocando él y diciendo: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió (Hechos 7:59-60).
El primer mártir cristiano se llamó Esteban. Se encontró con una oposición muy violenta de parte de sus compatriotas, quienes finalmente lo apedrearon. Como Jesús poco antes, Esteban oró por sus enemigos. Y la historia termina con esta declaración: "Y habiendo dicho esto, durmió".
¿No es una expresión asombrosa para describir alguien a quien mataron con piedras? ¿Puede realmente dormirse?