Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían (Hechos 16:25).
¡Regocijaos en el Señor siempre! (Filipenses 4:4).
"¡Regocijaos en el Señor siempre!" Este consejo parece poco realista. ¿No está por demás la palabra "siempre" en este texto? Hay momentos en la vida donde el gozo cristiano es natural y espontáneo. Pero también hay tiempos en la vida cuando uno se encuentra con la enfermedad, el sufrimiento, el dolor, la persecución y preocupaciones de todo tipo. Regocijarse en este tipo de situaciones parece sobrehumano.