Devocionales

Jesucristo dijo: "... arrepentíos, y creed en el evangelio" (Mr: 1:15).

"Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones" (Hebreos 3:7-8).

La Biblia termina con una advertencia solemne dirigiéndose a cualquiera que añadiera o restare algo a las palabras de este libro (Apocalipsis 22. 18,19). No nos es permitido alterar el sentido de este libro sagrado para satisfacer nuestros propios sentimientos o nuestros razonamientos.

Jesús dijo: “Separados de mí, nada podéis hacer” (Jn. 15:5)

El cristiano no cree simplemente que hay Dios, sino que cree lo que Dios declara. Cree a Dios. Le cree a Él mismo, y eso no es fácil de captar. Debo llegar al punto de decirle: “Oh Dios, tienes razón; yo tengo la culpa. Tú eres santo, yo soy pecador. Tú eres justo, yo soy injusto. Yo necesito de la ayuda que sólo Tú puedes darme”.

Sucedió en 1793 en Francia, durante la Revolución Francesa (ver nota abajo), más precisamente durante el régimen del Terror. A un hombre joven, de nombre Thibaut, lo habían detenido, juzgado y lo habían condenado a ser ejecutado. En un calabozo, esperaba para ser llevado a la guillotina. Por un favor inesperado, su anciano padre obtuvo la autorización de verlo. Encontró a su hijo abrumado y desesperado. A causa del desorden dentro de la prisión, el padre consiguió permanecer en la celda de su hijo sin que los encargados lo percibieran.

Hay camino que al hombre parece derecho; Empero su fin son caminos de muerte. (Proverbios 14: 12)

Como el ave que se apresura al lazo, y no sabe que es contra su vida, hasta que la saeta traspasó su hígado. (Proverbios 7:23)

Todos nosotros hemos escuchado alguna vez acerca de estas plantas carnívoras que, por su olor o la vivacidad de sus colores, atraen a los insectos, los encierran dentro de la flor y los digieren gracias a sus jugos venenosos. Esto nos hace pensar en todas las seducciones a las cuales el hombre moderno está expuesto.

Palabras de Jesucristo: “El hombre no vivirá de pan solamente, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mat. 4:4).

Por medio de las distintas noticias estamos informados acerca de la situación triste en la que se encuentra nuestro Planeta Tierra. Catástrofes, destrucción del medioambiente, guerras, rumores de guerras, revueltas, terrorismo, globalización, crecimiento del satanismo, falsos cristos, movimientos apostatas dentro del cristianismo, un aumento de persecución, etc., tal como Jesucristo lo profetizó en Mateo 24. Queremos hoy plantear la pregunta si todavía podemos experimentar la felicidad.

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