Pensamientos, palabras, actos asesinos

No matarás (Éxodo 20:13)

Porque he visto violencia y rencilla en la ciudad (55:9).

Líbrame, oh Jehová, del hombre malo; guárdame de hombres violentos (Salmo 140:1)

El asesinato generalmente es castigado por las autoridades judiciales de la mayoría de los países de acuerdo con el mandamiento dado por Dios y registrado en la Biblia: "No matarás" (Éxodo 20:13).

Sin embargo, en estos mismos países, las películas, novelas e historietas tratan el asesinato como un tema trivial, de pasatiempo o de suspense.

En definitiva, se trata de priorizar la emoción. ¿No deberíamos preguntarnos: ¿Qué es lo más importante: provocar emociones, o hacer caso al mandamiento de Dios? Emoción, excitación... ¿o criterios derivados de la Biblia?

Muchas personas son insensibles frente a esta banalización de la violencia: alegan que es sólo ficción, ajena a la vida real. Hay, sin embargo, ejemplos de crímenes horrendos que tuvieron lugar exactamente como fueron mostrados en las películas. ¿Puede un cristiano mirar con buena conciencia las escenas del crimen cuando Dios le dice: "No matarás"? Y esto sin mencionar el impacto negativo que estas escenas tendrán sobre él... ¿Acaso no se produce una interacción entre lo que uno mira, lo que se siente, y lo que uno luego es capaz de hacer?

Jesucristo claramente nos explica qué es lo que sucede aquí: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; (es decir que nuestra mente está influenciada por lo que vemos) y  pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no serán las mismas tinieblas?  (Mateo 6:22:23). Cualquiera que encuentre su placer en ver escenas violentas o inmorales corre el riesgo de perder rápidamente los hitos que Dios ha fijado. Huyamos de todo lo que pueda contaminar nuestras mentes: ya sean libros, espectáculos o medios. No permitamos que nuestra conciencia se endurezca.

Fuente: La Buena Semilla; Redacción VM-Ar.

Aquí cabe mencionar también los noticieros en los que se nos presentan escenas e imágenes cada vez más brutales. Incluso en relación a la información sobre los cristianos perseguidos; debemos cuidarnos en los detalles que reproducimos acerca de lo sucedido. Claro está que la brutalidad con la que actualmente se ataca a los cristianos es un crimen contra la humanidad, y de ninguna manera la voluntad del Dios bíblico. Queremos alertar, informar y llamar a que se ore por las diversas situaciones de persecución en un creciente número de lugares.

Hay muchas áreas de nuestra vida que se ven afectadas por esta tendencia de buscar cada vez más efectos, y cada vez más fuertes, a fin de que se produzca una emoción o una excitación aún más impresionante. Conviene reflexionar sobre esto y pedir a Dios que nos limpie y santifique cada día más. La Biblia dice como debemos tratar la inmoralidad sexual y toda inmundicia: Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros como conviene a santos; ni palabras obscenas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias (Efe 5:3-4).

 

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