Me duele mi hermano - Devocional

Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular  (1 Corintios 12:26-27).

 

Cierto escritor dijo: "Me duele mi país". Expresaba el dolor y la vergüenza que sentía por las orientaciones incorporadas por los dirigentes de su país. Se identificó con su nación, se hizo uno con ella. De igual modo, por ejemplo, si tengo un esguince de rodilla, diré: "Me duele mi rodilla" y no: "La rodilla mía duele”. Simplemente porque mi rodilla y yo somos un mismo cuerpo. Es inimaginable que una parte de mi cuerpo sufra sin que yo sienta el dolor.

Lo mismo ocurre con la iglesia. La Biblia dice que somos un solo cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Romanos 12:5). De acuerdo a esto estaría mal que yo no sintiera el dolor de mi hermano como siendo el mío. Por lo tanto, no debería decir: "Mi hermano o hermana está sufriendo", sino más bien, de esta manera: "¡Me duele mi hermano o hermana!

 

Aquellos miembros del Cuerpo de Cristo que sufren necesitan atención. Pero también necesitan sentir la simpatía de la familia de Dios. Por eso los cristianos estamos llamados a "sentir el dolor de nuestros hermanos" y a mostrarles el gran cuidado y consuelo de Dios. Ninguno de los que sufren debería decir, como el apóstol Pablo al final de su vida: "Nadie ha estado a mi lado; todos me han abandonado" (2 Timoteo 4:16). Dios está realmente a nuestro lado para que podamos estar cerca de los que sufren:

 

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y el Dios de toda consolación, el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos nosotros consolar a los que están en cualquier angustia, con la consolación con que nosotros mismos somos consolados de Dios (2 Corintios 1:3, 4).

Que el Espíritu Santo derrame amor en nuestros corazones (Romanos 5:5) para que podamos sufrir con los que sufren y que sepamos estar a su lado. ¡Esto vale más que muchas palabras!

 

Fuente: La buena Semilla fr., 7.11. 2022; Redacción: VM-Ar

 

Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo. (Hebreos 13:3). 

 Hermano, hermana: seamos primeramente verdaderos cristianos, es decir discípulos seguidores (en el sentido exacto de la palabra).

¡Arrepintámonos con toda humildad si nos hace falta arrepentirnos!
¡Vivamos esta unidad en el cuerpo de Jesucristo!
¡Preocupémonos y oremos los unos por los otros, tanto a nivel local como a nivel global orando por los cristianos que sufren la persecución, cárcel, maltrato etc.!

 

Nota:la palabra “iglesia” viene del griego “ekklesia” y significa “los llamados hacia afuera” refiriéndose a los fieles cristianos santos y apartados del mundo. Correctamente se debería traducir esta palabra por “congregación” o “asamblea” y no usar la transliteración “iglesia”; ya que esta palabra comúnmente la asociamos a un edificio. “Iglesia” son las personas que forman parte del cuerpo de Jesucristo, tanto a nivel local como universal.

 

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