Devocionales



Permitir que el Espíritu Santo actúe

 

No apaguéis el Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda apariencia de mal.  (1. Tesalonicenses 5:19-22).

 

Jesús dijo: Pero cuando el Espíritu de verdad venga, Él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber las cosas que han de venir.  Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber.  (Juan 16:13-14).

 

Dijo Jesucristo: pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo; y me seréis testigos… (Hechos 1:8).

 

1  Y cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes en un mismo lugar. 

2  Y de repente vino un estruendo del cielo como de un viento recio que corría, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3  y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4  Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. (Hechos 2. 1-4)

 

Lectura sugerida: 1 Tesalonicenses 5. 11-22

 

En el día de Pentecostés, el Espíritu Santo fue enviado a la tierra. Desde entonces debería vivir en cada creyente pues somos templo del Espíritu Santo (1Cor. 6:19). Su misión es resaltar la grandeza del Señor Jesús.

 

Desgraciadamente, su acción puede ser obstaculizada o sofocada, pues está escrito: “No apaguéis el Espíritu”. Los versículos que preceden a este mandato indican que las relaciones entre los creyentes son necesarias y útiles: permiten que seamos advertidos de peligros, advertidos de faltas, consolados, animados cuando estamos con dificultades. Estas relaciones no siempre son fáciles, pero, dice el apóstol Pablo, “ninguno dé a otro mal por mal; antes seguid lo bueno siempre los unos para con los otros y para con todos” (1 Tesalonicenses 5:15).

 

¿Cómo podemos ser iluminados por el Espíritu Santo o, por el contrario, correr el riesgo de apagar Su acción? El Espíritu nos ilumina a través de la lectura de la Palabra de Dios y la oración. Pero otros creyentes también pueden comunicarnos la enseñanza del Espíritu. El Espíritu Santo quiere inspirar a todos para transmitir palabras sabias y útiles de parte de Dios a los que lo necesitan.

 

Busquemos entonces aquello que permite actuar al Espíritu: la hospitalidad, los contactos fraternos, los encuentros cristianos... Nuestra falta de interés puede desanimar a otros creyentes. Las críticas, las quejas o la indiferencia hacia lo que Dios está dando en estas reuniones por parte de uno u otro también pueden apagar el Espíritu. Animémonos unos a otros para que el Espíritu actúe libremente, en beneficio de todos.

 

Fuente: la Buena Semilla, 8.12. 2024; Redacción: VM-Ar

 

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
 (1Corintios 6:19).

 

El pecado que devora

Cada uno es tentado, siendo atraído y seducido por su propia concupiscencia. Luego, la lujuria, una vez concebida, da a luz al pecado; y el pecado, una vez consumado, produce la muerte (Santiago 1:14-15).

¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Doy Gracias a Dios, por medio de Jesucristo (Romanos 7:24-25).

La planta carnívora es una maravilla de la naturaleza, con hojas curvas en forma de embudo, más estrechas en la base y más anchas en la parte superior. Este embudo contiene un líquido irresistible para los insectos. Atraída por el aroma de este jugo, una avispa se posa en el borde del embudo y comienza a deleitarse con las gotas que encuentra allí. Se adentra cada vez más, pasando sobre pelos inclinados hacia abajo. Pero cuando intenta salir, los pelos se erizan, la atrapan y el insecto lucha inútilmente. Agotado, cae en el líquido del que pensó alimentarse, solo para ahogarse. Luego, es "digerido" por enzimas y ácidos.

El gusto por lo verdadero

 [Dios] quiere que todos los hombres sean salvos, y vengan al conocimiento de la verdad (1. Timoteo 2:4)

Un físico filosófico imparte una conferencia titulada “El gusto por lo verdadero”. Comienza con estas reflexiones: “Las verdades de la ciencia no son absolutas ni definitivas. Algunas evolucionan, otras acaban volviéndose completamente falsas…”

Vivimos en un mundo invadido por los medios; se divulga un caudal de información las 24 horas del día, con su [enorme] cuota de mentiras, “fake news” y noticias contradictorias. ¿Dónde encontrar la verdad?

 

Nos necesitamos los unos a los otros

Para seguidores de Jesucristo únicamente

 

Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, mas no todos los miembros tienen la misma función; así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros (Romanos 12:4,5).

 

Nuestra era se caracteriza por el individualismo. Queremos valernos por nosotros mismos y vivir por nosotros mismos. Creemos que no necesitamos a nadie y a veces creemos que no somos útiles para nadie.

 

Esta mentalidad tiende a influirnos también en nuestra vida cristiana. Podríamos entonces sentirnos tentados a vivir nuestra relación con Dios en nuestro rincón, pensando que eso nos basta, cuando la Biblia nos dice lo contrario.

 

Una vez que aceptamos a Jesucristo como Salvador, pasamos a ser parte del Cuerpo de Cristo. Este Cuerpo, la Biblia lo describe gráficamente como compuesto de muchos miembros, siendo cada creyente un miembro diferente del mismo cuerpo, y Jesucristo la cabeza. Además, por ser parte de este Cuerpo, interactuamos con otros miembros del mismo cuerpo, y esto necesariamente implica relaciones en diferentes formas (compartir, ayudarse mutuamente, consolarse, animarse, trabajar juntos, amarnos, perdonarnos, etc.). Por ejemplo, ¿cómo podríamos amarnos unos a otros, consolarnos o animarnos unos a otros si no tenemos relaciones con nuestros hermanos en la fe? Necesitamos edificar y mantener estas relaciones para crecer en la fe y ayudar a la vez a otros miembros de este cuerpo a crecer, a purificarse y santificarse más y más y más.

 

Agradezcamos a Dios por darnos amigos creyentes que pueden apoyarnos y animarnos en tiempos de prueba, pero a quienes también podemos consolar y fortalecer. Animémonos también a no aislarnos en nuestra vida de fe. Con otros cristianos, sirvamos y adoremos a nuestro Dios, compartamos nuestra fe en el gozo del Señor.

 

Fuente: La Buena Semilla, fr., 2.6.2024; Redacción: VM-Ar

 

El lema de La Voz de los Mártires desde su inicio es Hebreos 13:3:

 

Acordaos de los presos, como presos juntamente con ellos; y de los afligidos, como que también vosotros mismos estáis en el cuerpo.

Y en 1. Corintios 12:25-25 Pablo nos enseña:

 

Que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. Y si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él; o si un miembro es honrado, todos los miembros con él se regocijan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros en particular. 

 

El ministerio La Voz de los Mártires – Argentina te invita a tomar bien en serio esta reflexión de arriba y aplicarlas en tu vida.

Si Dios te guía en esta dirección, te puedes involucrar en nuestro ministerio.

Orar por los perseguidos sería lo más fácil. Luego hay muchas tareas prácticas...

E-mail: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.                           Whatsapp: +54 9 11 3109 8908

 

 

La Necesidad de Recordar

 

Jesús dijo: Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos;  y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres... 
De cierto, de cierto os digo: Todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado. Y el esclavo no queda en la casa para siempre; el Hijo sí permanece para siempre. Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres
(Juan 8. 31-32, 34-36).

Muchas calles de nuestras ciudades llevan el nombre de personajes conocidos por su compromiso político, militar, científico o también por actos de valentía.

Buscar