Una nueva ley que protege los derechos de los homosexuales en Inglaterra está teniendo un efecto no previsto en las adopciones de huérfanos. El fin de esta ley es prohibir la discriminación por orientación sexual y las agencias de adopción deben considerar, precisamente por causa de esta ley, a parejas del mismo sexo como padres potenciales. Sin embargo las agencias cristianas dicen que no pueden cumplir con esta exigencia porque la homosexualidad es incompatible con la Biblia, y al oponerse a esta nueva ley, casi todas las agencias cristianas de adopción están cerrando.