Al mencionar la persecución mucha gente piensa en cristianos amenazados, golpeados o incluso asesinados por su fe. Si bien éste es el producto visible de la persecución, hay raíces detrás de esta expresión violenta del odio.
Tratamos de hacer una evaluación mucho más profunda de este tema. La problemática de la persecución es mucho más profunda que la violencia visible. La persecución se extiende por toda las sociedad, e influye sobre todos los aspectos de la vida. Es un sistema tóxico que oprime, encarcela y esclaviza a los cristianos. Los barrotes se expresan por medio de la discriminación laboral, la escasa educación y mucho más.