Existe desde tiempos inmemorables una guerra mundial creciente en contra del cristianismo. Cada año, un promedio de 160,000 cristianos mueren como mártires para Cristo. En Nigeria del Norte muchas iglesias están siendo quemadas por muchedumbres musulmanas. En la Birmania budista pueblos enteros de cristianos han sido masacrados por la dictadura militar. En Zimbabwe muchas iglesias fueron destruidas con topadoras por el régimen comunista. En Pakistán numerosos cristianos han sido condenados a muerte por evangelizar a sus vecinos musulmanes. En Indonesia escolares cristianas han sido degolladas por militantes musulmanes. En la China Roja cristianos son torturados y encarcelados en campamentos de trabajo de esclavo masivos. En la Cuba comunista iglesias de casa han sido asaltadas y cerradas.