CRISTOFOBIA – El odio contra Jesucristo

Por Peter Hammond

Hay una guerra mundial cada vez mayor contra el cristianismo. Durante el año pasado, más de 160.000 cristianos murieron por su fe. En la China comunista incontables personas fueron golpeadas, encarceladas y asesinadas por el “crimen” de ser cristianos. En Sudán los cristianos fueron bombardeados, masacrados y vendidos como esclavos. En Indonesia, las multitudes musulmanas han aniquilado aldeas enteras de cristianos, además de quemar centenares de iglesias.  Los cristianos de Irak, Irán, Pakistán, Arabia Saudita y Egipto siguen siendo el blanco de persecución y asesinatos. Misioneros cristianos han sido secuestrados y asesinados en varias partes del mundo. En la India, una muchedumbre de militantes hindúes incluso ha quemado vivo a misioneros.

Se calcula que más de 42 millones de cristianos murieron a manos de gobiernos anticristianos - sobre todo regímenes comunistas – solamente en el siglo pasado.

En Zimbabwe, en el año 2005, centenares de iglesias cristianas fueron destruidas por topadoras o quemadas por el ejército y la policía; muchas reuniones han sido interrumpidas, las mujeres fueron golpeadas y heridas por el simple hecho de haber orado por la paz dentro de este país y varios pastores fueron arrestados por “oraciones subversivas”. En Cuba, muchas iglesias de casa fueron atacadas y los pastores arrestados y encarcelados.

Con declaraciones similares habíamos comenzado un artículo a fines del año 2006. Como vemos, nada ha cambiado, al contrario. Por eso hoy (principio del 2008) queremos ampliar la temática y señalar la persecución que viene aumentando, además, en los países occidentales.

No sólo en tierras comunistas y musulmanas los cristianos son perseguidos. En Europa, Norteamérica y en tierras tan lejanas como Nueva Zelanda, los cristianos están haciendo frente no sólo a la exposición al ridículo y la hostilidad en los medios de comunicación, sino también a las cada vez mayores restricciones, intimidaciones y acosos por parte de la legislación y declaraciones judiciales.

Esta tendencia de hacer callar a cristianos es muy real. Los cristianos son “etiquetados”, puestos en ridículo y culpados; y a su vez la legislación se vuelve cada vez más en su contra. Existe un miedo irracional de la influencia cristiana y un odio contra el cristianismo que hoy en día se está acrecentando en muchísimos países alrededor del mundo.

“Si el mundo os aborrece, sabed que á mí me aborreció antes que á vosotros. Si fuerais del mundo, el mundo amaría lo suyo; mas porque no sois del mundo, antes yo os elegí del mundo, por eso os aborrece el mundo” (Juan 15:18 – 19).

 

PRESECUCIÓN JUDICIAL – Ejemplos Sobre Distintos Casos

En Suecia, el pastor Ake Green fue condenado a un mes de prisión por “ofender” durante un sermón a los homosexuales. El pastor Green tiene más de 70 años. Cuando un reportero preguntó: “Y qué hay de los derechos del pastor?” El fiscal contestó: “Cuando el pastor comenzó a leer lo que la Biblia dice sobre la homosexualidad, cruzó la línea.”

Eslovaquia emitió una protesta contra esta sentencia de prisión para el pastor en Suecia, diciendo que esto era un ejemplo de cómo la “ideología liberal izquierdista intentaba introducir la  tiranía y aprovecharse de la Unión Europea” para silenciar la libertad de expresión. Agregaba el comunicado: “En Europa, la gente está comenzando a ser encarcelada por decir lo que se piensa.”

En Canadá procesaron a Hugh Owens, por colocar un pequeño anuncio en el diario local en respuesta a todo lo que él y las demás personas habían sido forzados a observar durante la “semana del orgullo homosexual”. En su anuncio colocó cuatro citas bíblicas - Romanos 1, Levítico 18:22 y 20:13 y 1 Corintios 6:9 - 10 - al lado de un signo de igualdad y de un dibujo que representan a dos hombres tomados de las manos, y en el que sobrepuesto se encuentra otro dibujo con un círculo rojo - universalmente conocido - con una línea cruzada, enfatizando las citas escriturales enumeradas. Por este “crimen”, multaron a Owen con 4.500 dólares. El periódico también fue multado. Así pues, en Canadá, ¡incluso copiar versos de la Biblia puede ser interpretado como “crimen de odio”!

Aquellos que tienen programas de radio cristianos en Canadá deben quitar cualquier referencia que se pueda juzgar como crítica hacia la homosexualidad, incluso la simple citación de versos de la Biblia respecto a este tema. Además no se permite tocar ciertos asuntos, como por ejemplo, el hecho de que - según el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos - la mayoría de los enfermos de SIDA en este país son hombres que practican el sexo homosexual.

En Nueva Zelanda, dos películas cristianas en vídeo donde se cuestionaban las prácticas de “sexo seguro” y en las que se exponía la relación entre los casos de SIDA y el comportamiento homosexual, fueron proscritas por el parlamento de este país.

Cuando el oficial retirado de la fuerza aérea, Enoch Lorenzo - en respuesta a un cartel homosexual que la compañía donde trabajaba había colocado cerca de su cubículo - ubicó un verso de la Biblia y una calcomanía con el siguiente texto: “Matrimonio: UNA mujer y UN hombre” en su propio cubículo de trabajo, la compañía Hewlett-Packard lo despidió de inmediato. Entretanto que un folleto “del festival pagano del orgullo homosexual” fue fijado en el cuarto de recreo de esta compañía, prohibieron la calcomanía que había colocado Lorenzo a favor del matrimonio, constituido según la Biblia.

El jefe del Consejo de Salud Pública de Columbia Británica (Canadá occidental), Chris Kempling, fue suspendido de su trabajo en la universidad local donde daba clases, por una carta escrita al director del diario local. En esta carta Kempling señalaba que la homosexualidad no era una orientación genética y que el sexo homosexual era a menudo malsano y promiscuo; y que además los homosexuales pueden recuperarse. El juez, a todo esto, manifestó que Kempling era un “fanático”. Pese a que este empleado público nunca fue acusado de ningún acto discriminatorio, lo condenaron por tener “pensamientos incorrectos”.

Dianne Haskett, la alcalde de Londres en Ontario, Canadá, fue multada con 10.000 dólares por negarse a proclamar un “fin de semana de orgullo homosexual”. Después de que perdiera su caso en las cortes de Canadá, Dianne Haskett renunció a su posición de alcalde antes de permitir ser forzada a promover tal acontecimiento. Este hecho sucedió apenas 3 semanas antes del día de elecciones. Pese a todo, los votantes la reeligieron con un abrumador 64 % de los votos.

Cuando un grupo homosexual fue a ver a Scott Brockie, dueño de la imprenta Imaging Ecellence, para que éste imprimiera sus materiales, Brockie les recomendó otras imprentas que aceptarían su trabajo de impresión. Este grupo homosexual, más allá  de respetar sus profundas convicciones religiosas y morales, le entabló juicio. A pesar de la Carta Canadiense de Derechos y Libertades que garantiza la libertad de religión, la Comisión de Derechos Humanos de Ontario condenó a Brockie por “discriminación”. Esta Comisión comentó: “Brockie sigue siendo libre de llevar a cabo su creencia religiosa y de practicarla en su hogar y en su comunidad cristiana”. Pero, como vemos aquí, a los ciudadanos canadienses esto no se les admite en sus lugares de trabajo.

Harry Hammond, un inglés de edad avanzada, fue atacado y puesto en ridículo en la calle mientras llevaba un cartel con una leyenda en inglés que decía: “Paren la inmoralidad. Paren la homosexualidad. Paren el lesbianismo”. ¡Hammond fue agredido y finalmente lo dejaron tendido en el suelo. Cuando la policía se hizo presente, ésta arrestó a la víctima del asalto y le iniciaron juicio por la opinión que expresó!

Cuando en una escuela local en Canadá comenzaron a repartir copias del Corán y anunciaron que pondrían a disposición un cuarto en el cual los estudiantes musulmanes pudiesen orar durante las horas de escuela, el pastor Harding se opuso. Precisando que a los niños cristianos, judíos y budistas no se les brindaba oportunidades similares, bastó para que a Harding se le iniciara juicio. A pesar de que el pastor Harding manifestaba en público su amor hacia los musulmanes y su entrega a evangelizar a sus vecinos musulmanes, recibió más de 3.000 llamadas telefónicas llenas de odio; muchas de ellas con amenazas de muerte. Varias personas presentes en la sala del tribunal, hicieron movimientos con la mano de oreja a oreja a través del cuello, demostrando así que querían su muerte. Cuando Harding entró a la corte, tuvo que pasar por entre la muchedumbre de musulmanes, los cuales cantaban: “¡Infiel, vas a quemarte en el infierno!” Sin embargo, como estas amenazas de muerte contra Harding no fueron procesadas, al parecer no eran consideradas “discurso del odio”.

Harding informó acerca de una llamada telefónica que recibió de alguien que se identificó como miembro del grupo de la Nación Islámica de Farrakhan, el cual le advirtió que iban a romperle las piernas. Mediante otras llamadas lo amenazaron con tratarlo con brutalidad y efectuarle asimismo varias mutilaciones. Con todo, el pastor Harding fue condenado por haber “voluntariosamente promovido el odio”. Le dieron 2 años de libertad condicional y 340 horas de “servicio comunitario” que deberá cumplir en la Sociedad Islámica de Norteamérica; de esta forma lo forzarán a pasar una “reeducación islámica.”

LA  LIBERTAD  ESTÁ  EN  PELIGRO

Janet Folger, en el libro La Criminalización del Cristianismo, comunica - en relación a lo que sucede dentro de la sociedad norteamericana - lo siguiente: “Seleccionan a los cristianos para `etiquetarlos´, multarlos, interrogarlos, humillarlos, adoctrinarlos, echarlos de sus empleos, obligarlos a atender a programas de la reeducación y enviarlos a la cárcel por expresar opiniones bíblicas… Esta batalla es por la verdad y la libertad. Y estamos perdiéndola  … Si permanecemos silenciosos en asuntos polémicos, como por ejemplo la matanza de más de 45 millones de niños, nadie será ofendido… Trabajamos muy arduamente para presentar un cristianismo sensible y positivo a aquellos buscadores a los que no les gusta escuchar sobre temáticas tales como la obediencia, y acerca de un lugar llamado infierno. `Todo lo que necesitamos es amor´ ha substituido a nuestro himno `Firmes y adelante huestes de la fe´. El amor es crítico, por supuesto, pero lo es también la verdad. La Biblia dice que Dios es amor, pero también que Él es santo… Si no lo abrazamos como a nuestro Señor, le haremos frente como juez. Tenga presente que Jesús habló más sobre el infierno de lo que lo hizo sobre el cielo… y si lo aceptamos como Señor, tenemos que hacer realmente lo que Él dice.  Él nos ordenó: “Libra los que son llevados a la muerte; salva a los que están en peligro de muerte” (Proverbios 24:11) … “Abre tu boca por el mudo, en el juicio de todos los desvalidos”(Proverbios 31:8). En Éxodo 20:13 Dios nos ordena: “¡No matarás!”… En el evangelio de Juan 14:15 Jesucristo nos insta: “si me amáis, guardad mis mandamientos” “…La fe, si no tiene obras, es muerta en si misma” (Santiago 2:17).

Tus acciones son lo que crees. Todo lo demás es apenas charla religiosa… Si quieres estar libre de hablar lo que crees en tu iglesia, en tu lugar de trabajo o en tu comunidad, vas a tener que salir de las líneas laterales y entrar en la competencia… Pero esto es más que apenas un juego. Es una batalla por nuestra libertad. Sí, tenemos el derecho – si así lo determinamos -  de quedarnos callados, pero si utilizamos este derecho por mucho más tiempo, podría suceder que oigamos esas palabras leídas a nosotros momentos antes de que veamos el interior de una celda de prisión. 

  EXPOSICIÓN  AL  RIDICULO  E  INSULTOS

Una táctica de silenciar a los cristianos - la cual es utilizada frecuentemente - es la puesta al ridículo. Esto abarca toda clase de insultos y el asesinato de carácter.

Viendo el dogma que prevalece de la “tolerancia”, lo extraordinario es observar el uso de esta terminología de manera abusiva y del mismo modo publicada contra los cristianos. Un artículo en Washington Post describió a los cristianos como “en gran parte pobres, incultos y fáciles de manipular.” ¡Imaginémonos que pasaría si a cualquier otro grupo de personas se las describiera de esa manera en la prensa!

Ted Turner, el dueño anterior de la cadena televisiva CNN, describió a los cristianos como “payasos” y al cristianismo como “una religión para los perdedores”. Una vez más imaginémonos que pasaría si algún personaje destacado describiese a los adherentes de cualquier otra religión con tales palabras.

Pese a que el cristianismo está basado en las enseñanzas del señor Jesucristo de, por ejemplo, amarnos unos a los otros, amar a nuestros vecinos, amar a nuestros enemigos, devolver bien por mal y perdonar y ser compasivos, públicamente los medios de comunicación se refieren con frecuencia a los cristianos en los términos más negativos, tales como: “las fuerzas del mal genuino, malos, genuinamente malos ” y con frases como: “su religión es tan cohibida, y es tan fea…” Roseanne Barr exclamó públicamente: “Ustedes saben lo que no puedo soportar: es la gente que es anti-abortista. Los odio. Son horribles; son gente horrible. Son personas feas, viejas, horribles… que solo quieren que nadie aborte…”

El anfitrión de radio Howard Stern, después de haberse expresado vehemente a favor del aborto, respondió a una llamada telefónica de un antiabortista con estas palabras: “Usted es un idiota. ... Si yo fuera presidente, lo liquidaría en una cámara de gas!”

¡¿Puede uno imaginarse a cualquier anfitrión de radio o televisión hablar acerca de musulmanes, judíos o cualquier otro grupo con tales palabras?!

EL  PREJUICIO  ANTICRISTIANO

“Si son cristianos, usted puede odiarlos. Usted puede exponerlos al ridículo; y antes de que usted los silencie, asegúrese de haberlos culpados por todo aquello que a usted no le guste. Escoja a un cristiano, cualquier cristiano” (del libro Criminalización del Cristianismo).

En este libro Janet Folger documenta centenares de ejemplos de cristianos que son difamados, acosados, procesados y perseguidos. Inclusive después del atentado del 19 de abril de 1995, que tuvo como blanco el Edificio Federal Alfred P. Murrah de Oklahoma City, culparon del hecho a los cristianos, a los antiabortistas y a los que por razones de conciencia educan a sus hijos en sus propios hogares. La forma principal de terrorismo político en los Estados Unidos es perpetrada hoy contra los opositores del aborto. Un columnista escribió lo siguiente al respecto: “Los grupos antiabortistas, como por ejemplo Operación Rescate, tienen que ser tratados como terroristas domésticos, es decir, de la misma manera que lo son aquellos terroristas que hicieron volar el World Trade Center”. En referencia a esto, Folger precisa: “estas personas que tienen el suficiente valor para hacer frente al asalto verbal con la verdad en temas como el aborto y la homosexualidad, tengan cuidado: ahora se los está culpando a ellos por asesinato.”

Kate Michelman, anterior presidente de la liga nacional de la acción a favor del derecho del aborto (NARAL), amenazó: “Deben parar de referirse al aborto como asesinato, y a los doctores que lo realizan como asesinos”. Por otro lado, Janet Folger expresó: “Pero la verdad no mata. El aborto mata. ¿Es que aquellos cristianos que dicen no al asesinato de bebés deberían ser silenciados sólo porque algunas personas pueden no seguir sus consejos si de pronto les llegase el turno a los adultos de ser exterminados de una manera similar a la que se aplica a los bebes nonatos?”

DUPLICIDAD  HOMOSEXUAL

Mike McCurry, el portavoz anterior de la Casa Blanca durante el gobierno del  presidente Clinton, declaró que cualquier persona que cree lo que la Biblia dice sobre homosexualidad es “un pensador retrógrado”. ¿Puede uno imaginarse que alguien diga esto sobre quienes creen en el Corán?

En Criminalización del Cristianismo, Folger observa que mientras que hubo 13.500 artículos referentes al asesinato de Matthew Shepard, quien era un homosexual, sólo aparecieron 632 artículos acerca del asesinato brutal de Jesse Dirkhising, de 13 años de edad, perpetrado por asaltantes homosexuales. Los delincuentes que mataron a Shepard confirmaron más adelante que no lo hicieron a causa de alguna animosidad contra su comportamiento sexual, sino sólo por dinero, para poder comprarse drogas.

Los dos asesinos que atacaron a Shepard, lo hicieron únicamente  por robo; el motivo nada tuvo que ver con su condición homosexual. Con todo, hubo una masiva cobertura periodística y televisiva sobre el caso de Shepard; del cual, además, se produjeron en Hollywood dos programas para televisión, tres películas y una obra teatral; todo ello representando a Shepard como víctima de un crimen por odio anti-homosexual. Sin embargo, Jesse Dirkhising - quien antes de ser sofocado hasta su muerte por los asaltantes homosexuales, fue atado, amordazado y brutalmente sodomizado - no recibió una cobertura tan extensa de los medios masivos.

Similar fue el caso de Mary Stachowicz, una mujer de 51 años, casada y madre de 4 hijos, quien fuera asesinada por un homosexual de 19 años, Nicholas Gutiérrez, por testificarle y sugerirle a éste que podía cambiar su forma de vida. Aquí la mayoría de los periódicos tampoco hicieron eco. Mary Stachowicz  - esta madre, brutalmente golpeada, pisoteada, apuñalada y estrangulada hasta la muerte - fue descrita como profundamente compasiva, de tono suave, y una fiel miembro de iglesia. Así y todo, este caso no fue considerado un crimen de odio.

ODIO  Y  BLASFEMIA

Folger señala que mientras que los líderes de las organizaciones pro-familia condenaron en varias ocasiones el asesinato de Shepard, la comunidad homosexual nunca condenó este asesinato espantoso de Mary Stachowicz. En el foro de internet de la Unión Americana por las Libertades Civiles fueron colocados los siguientes comentarios con respecto al caso de Mary Stachowicz: “No me siento realmente apesadumbrado por ella. Ella pagó un precio bien alto por ser una fascista religiosa arrogante.” Y otro comentario: “francamente, si alguien en este caso realmente fue perseguido, ese fue el Sr. Gutiérrez”.

En YAHOO fueron puestos estos comentarios: ¡“El asesinato (de Stachowicz) producirá quizás miedo en los corazones de algunos fundamentalistas (cristianos)!… ¿A donde puedo enviar un cheque para el fondo de la defensa (de Gutiérrez)? La p. se lo merecía. Estoy feliz de que él la haya matado”.

La tolerancia, como vemos, no parece que debe de igual manera ser empleada hacia los cristianos antiabortistas y pro-familia. Ni la mayor cantidad de veneno vertido contra los cristianos, al parecer, los hace dignos de poder defenderse contra la acusación denominada “discurso del odio.”

Los cristianos americanos han soportado toda clase de acosos y amenazas por parte de homosexuales militantes. Eric Pollard, el fundador de ACT UP, una organización agresiva y radical de índole homosexual, amenazó a líderes pro-familia con mensajes como: “Los torturaré durante todo el día, y no les permitiré un sueño pacífico en la noche”. En Madison, Wisconsin, 400 activistas homosexuales asaltaron una iglesia evangélica, gritando obscenidades dentro del edificio durante casi una hora; algunos de ellos, no conformes con eso, orinaron y defecaron en el piso de la iglesia. Los demás, entretanto, golpeaban las paredes y las ventanas con piedras y tachos de basura, gritando: “Machaque a los cristianos!” y “traigan de nuevo a los leones!”

ATACANDO  A  LA  IGLESIA

En su libro Cuando Malvados Conquistan una Ciudad,  el pastor Chuck y su esposa, Donna McIlhenny, describieron lo que sucedió después de que la iglesia presbiteriana de San Francisco despidiera a un organista homosexual: “Piedras, botellas y latas de cerveza, fueron lanzadas a través de las ventanas de la iglesia en reiteradas ocasiones. Cruces gamadas fueron talladas en las puertas de la iglesia y otras dibujadas en la casa pastoral. Dibujos con pintura en aerosol fueron pintados en varias partes de la iglesia. Panfletos anticristianos y en pro de la homosexualidad fueron repartidos por la vecindad, llamándonos nazis, fanáticos, anti-gay, etc. Además, manifestantes vendrían a nuestros servicios de domingo interrumpiendo la adoración… Cierto día un hombre vino en medio de la noche golpeando y escupiendo en la puerta de nuestra casa pastoral, gritando: ¡`Los agarraremos McIlhenny - vamos a matarlos políticamente!´ Asimismo, todos los días - durante las 24 horas del día - recibíamos llamadas telefónicas en las cuales escuchábamos griteríos y obscenidades y amenazas de muerte.” – Y, desde luego, esto tampoco era considerado “discurso del odio.”

EN  LA  SALA  DE  CLASE

Cuando la maestra le pidió al pequeño Antonio Peck, de 5 años, que dibuje un cartel acerca de cómo podemos salvar al mundo, el niño dibujó un cuadro de Jesús en el cual escribió: “La única manera de salvar nuestro mundo” – dando así a entender que sólo era posible mediante Jesucristo. Su profesora le dijo que eso era “¡inaceptable!”

Cuando Craig Cunningham, como parte de un proyecto de concientización del genocidio, exhibió en la universidad de Miami un material en el cual representó varias formas de genocidio a través de la historia, algunos estudiantes trataron de destrozar la exhibición. ¿La razón? Él había incluido entre los cuadros fotos del holocausto del aborto. En una publicación de la universidad - haciendo referencia a este trabajo de Cunningham - apareció el siguiente comentario: “Quienquiera que sea esta gente, debe ser fusilada”. ¿Qué es lo que sucedió con la libertad de expresión en el campus universitario? ¡Imagínese por un momento a cristianos escribiendo algo similar contra, por ejemplo, un grupo homosexual! ¡Ello sí sería considerado “crimen de odio”!

PREFERIR  EL  PAGANISMO

El alcalde de San José en California justificó el empleo de un monto de 500.000 dólares, proveniente de los fondos públicos, para que se construyera una estatua del dios azteca, Quetzalcoatl; porque – según él - la religión azteca contiene: “esos elementos que intentan elevar la conciencia humana a un plano más alto”. El hecho de que esta misma religión azteca hiciera marchar a centenares de millares de esclavos a la cumbre de sus templos piramidales para rasgar luego allí con cuchillos de piedra sus corazones aún latiendo fuera de sus pechos, tendría que ser motivo suficiente para jamás poder justificar tal alabanza. Sin embargo hubo más, porque al tiempo que este ídolo azteca - financiado con dinero de los impuestos – estaba siendo erigido, las autoridades de los parques de San José decidieron quitar una escena de la natividad ubicada en el mismo parque.  No obstante una avalancha de protestas logró revertir esta última decisión increíble.

Por otra parte, mientras que GOOGLE por un lado acepta los anuncios para toda clase de películas pornográficas y de sitios relacionados a la pornografía, por el otro prohibió recientemente un anuncio de una organización cristiana, Stand to Reason, porque en su sitio de internet esta organización incluyó artículos que informan lo que la Biblia dice sobre homosexualidad.

LA  IGLESIA  MUNDIAL

Robert Muller, quien fuera el subsecretario general de las Naciones Unidas por más de 30 años, ahora está trabajando en la promoción de una iglesia mundial. “Mi sueño – dice – es conseguir una enorme alianza entre todas las religiones principales y la O.N.U.” Muller cree que “la unidad del mundo no se puede alcanzar sin un gobierno mundial y sin una religión mundial”. La declaración de la UNESCO sobre principios de tolerancia declara: “La promoción de la tolerancia y el formar actitudes abiertas, la neutralidad y la solidaridad deben aplicarse en las escuelas, universidades y en la educación no-formal, en los hogares y en los lugares de trabajo”.

Hay promotores en la O.N.U que se están preparando para ocuparse de la oposición de los cristianos a esta tendencia y acusarlos de promover un “genocidio mental!” Esto vagamente se define como: “causando daño mental…”

Janet Folger escribe: “La tendencia de silenciar a los cristianos es verdadera. `Etiquételos´. Póngalos en ridículo. Incluso cúlpelos por asesinato. ¿Y si todavía no guardan silencio? El paso lógico siguiente es hacerlos callar… condenándolos al ostracismo, y criminalizándolos.”

UNA  LLAMADA  PARA  QUE  DESPERTEMOS

Muchas de nuestras libertades están en peligro. Hay una creciente oleada de intolerancia anticristiana por todo el mundo. Con el apoyo de Hollywood y los medios masivos de comunicación, en las escuelas y universidades, y por medio de la legislación y las declaraciones judiciales, estamos perdiendo inexorablemente nuestras libertades; y si nosotros – como cristianos - no despertamos y actuamos conjuntamente para hacer frente a esto cooperando en todo cuanto a nosotros depende para restaurar las libertades cristianas, vamos a experimentar, lamentablemente, cada vez más usurpaciones dentro de nuestras escuelas, iglesias, y aún dentro de nuestros hogares.

Nuestros hijos están en serio peligro al ser expuestos a la ingeniería social: llamada gender mainstreaming, a la clarificación de los valores, a la educación sexual, a la reescritura de la historia y al evolucionismo en las salas de clases. Los pastores, los evangelistas y los activistas cristianos corren el riesgo de ser procesados por decir simplemente lo que enseña la Biblia. Nuestra libertad de evangelizar en las escuelas, en las universidades y en nuestro lugar de trabajo se está erosionando sistemáticamente. Incluso la definición bíblica respecto de la unión matrimonial está bajo ataque constante mediante la presión de los defensores de las “uniones del mismo sexo”. El fundamento de nuestra fe y libertades – la civilización en sí misma - está bajo ataque.

“Y también todos los que quieren vivir píamente en Cristo Jesús, padecerán persecución. Mas los malos hombres y los engañadores, irán de mal en peor, engañando y siendo engañados. Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido; Y que desde la niñez has sabido las Sagradas Escrituras, las cuales te pueden hacer sabio para la salud por la fe que es en Cristo Jesús. Toda Escritura es inspirada divinamente y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, Para que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra” (2 Timoteo 3:12-17).

Este artículo está basado en el libro Criminalización del Cristianismo, por Janet Folger, 2005, Multnomah.

 

Redacción VM-Argentina

 

 

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