Siguiendo el ejemplo de Greta Thunberg - una joven sueca de 16 años - más y más escolares en varios países alrededor del mundo están faltando a la escuela secundaria para salir a las calles y protestar por el clima, los viernes durante el horario de clases. En Alemania incluso el presidente federal y el canciller federal apoyan a los niños infringir la ley por una “buena causa”.
Querida Greta y todos los demás jóvenes!
Es cierto... ¡El mundo, como lo hemos dejado para ustedes, realmente no está en las mejores condiciones! El medio ambiente está contaminado, con guerras, desastres naturales, pobreza, enfermedades y miseria en todo el mundo. Pero créenme, así era el mundo cuando nosotros éramos jóvenes. Y cuando nuestros padres, vuestros abuelos, eran jóvenes, no era muy diferente.
Y, sin embargo, estoy de acuerdo con ustedes: muy poco es lo que hacemos para el mundo futuro y las generaciones venideras. Hemos instalado convertidores catalíticos en nuestros automóviles, separamos la basura, nos reabastecemos de gasolina sin plomo, tenemos lámparas que ahorran energía, aislamos nuestras casas con plástico hasta que se asfixian y ya hemos comenzado a apagar las centrales nucleares. Y nos alimentamos conscientemente, reciclamos los desechos, compramos "orgánico" y "Fair Trade” (comercio justo) y quién sabe qué más. Sin embargo: ¡Es muy poco, demasiado poco! Lo que han heredado es una vida que aparentemente no tiene sentido. Tenemos el más importante de todos los recursos que existen, inútilmente despilfarrado: el significado de la vida.
Greta, te hemos dejado un mundo que ya no parece digno de ser vivido. Incluso a una edad en la que no necesitas nada más que una madre que esté contigo todo el día. A una edad en la que tu alma y tu mente se forman por primera vez, te arrebatamos de tu madre y te metemos en un tipo de “vivero”, donde tu alma casi se convierte en piedra. Si le hicieras eso a un perro o a un gato, sería motivo de intervención por parte de la autoridad de bienestar animal. Y luego te despiertas, aislada y desesperada, criada por una madre que ella misma fue desprendida de los valores antiguos. Sí, ciertamente tienes derecho a crecer en seguridad y protección, en una familia con un padre y una madre y más hermanos, así como tienes el derecho de respirar un aire limpio... Pero hemos fracasado en las cosas que realmente importan.
Te preocupas por tu futuro. Pero, ¿cómo se ve tu presente? Pasas la mayor parte del día frente a la computadora y la televisión. Estás constantemente huyendo hacia un mundo ilusorio que te consume en lugar de darte algo realmente positivo. Si quedaras sin tu teléfono inteligente, tableta, consola de videojuegos y, sobre todo, sin la televisión, pronto te darías cuenta de lo habitable y hermoso que puede ser el mundo - te espera mucha libertad después de solo 2 o 3 semanas. Cuando éramos niños, no había nada de todo aquello con lo que ahora no puedes vivir, y sin embargo, éramos más felices. Por supuesto, tuvimos un padre y una madre que nos aceptaron como éramos. No había quién intentara constantemente reeducarnos.
Y luego hay algo más importante para tu futuro que el calentamiento global (si realmente existe), un tema que, por cierto, es mucho más controvertido entre los científicos auténticos que entre tus maestros de escuela: la destrucción de la educación. La escuela siempre fue agotadora, pero solo tenía medio día y, sobre todo, era interesante. Si alguien tuviera un poco de interés en el mundo, ¡cuánto podríamos aprender! Érase una vez [en Alemania] que teníamos el mejor sistema escolar de todo el planeta. De los 10 premios Nobel, 6 o 7 fueron formados en nuestras escuelas y universidades. ¿Piensas, que hoy todavía recibes una verdadera educación, una que te capacite para la vida? No, ese es raramente el caso, porque hoy en día la escuela se ha convertido en un lugar de reeducación ideológica.
El mejor ejemplo: las llamadas clases de educación sexual. Los instructores te dicen que la sexualidad humana es solo un instinto natural, que no hay más entre un hombre y una mujer que entre los animales. En una época en la que nosotros aún jugábamos con “Lego”, te llevan a probar todo tipo de perversiones, enterrando el misterio del amor bajo una montaña de suciedad e inmoralidades. Entonces, una vez que estás en la edad en la que uno trata de encontrar al hombre o a la mujer de tu vida (¡para toda la vida!), y para formar una familia, ni siquiera se te ocurre esa idea, ese anhelo, ese deseo que seguramente aún llevas en tu corazón.
Te privan de la mayor fuente de felicidad y lo llaman “liberación sexual”. Y con muchas otras cosas pasa lo mismo: una verdadera educación (¡de la mente y del corazón!), tal como sería importante para tu futuro, ya no te la transmiten. Digan eso de una vez a sus maestros, cuando quieran seducirlos para faltar las clases y desperdiciar sus expectativas futuras por los miopes objetivos políticos y partidistas de ellos.
Vuestra sospecha es la correcta: os hemos quitado vuestros medios de subsistencia. Pero no lo hicimos por malicia. De hecho, nosotros también hemos caído en la trampa de aquellos ladrones de almas que nos dijeron que tendríamos que salir a la calle contra los misiles de mediano alcance [en la década de los años 80] y en contra de la energía nuclear, y al mismo tiempo nos arruinaron la columna vertebral de nuestra (¡y la vuestra!) felicidad: la familia, los valores antiguos, tradiciones y virtudes y finalmente la fe en Dios. ¡Qué ingenuos éramos, especialmente aquellos que estábamos tan orgullosos de nuestra actitud tan crítica y de nuestro compromiso sociopolítico! Tengan cuidado de que no les suceda lo mismo a ustedes, porque los asesinos de almas siguen dando vueltas hoy en día: son las ideologías, todas ellas nacidas de la no aceptación de la verdad.
La generación de nuestros abuelos y padres soñaba con la justicia social, y cuando las bombas de dos guerras mundiales los hicieron despertar de su sueño, la mitad de Europa estaba sujeta a una cruel dictadura socialista. Nuestros padres, y nosotros también, soñamos con la paz mundial, y los que despiertan poco a poco se dan cuenta de que una guerra como nunca antes había rugido, destruyó a la familia. ¿Te preocupas por el clima mundial ahora? Temo que no estás prestando atención a lo que realmente está amenazado: tu corazón. Quieren robar tu corazón, quieren implantar todo tipo de impurezas en él, para que aprendas a odiar todo lo que es verdadero y noble a fin de convertirte en un enemigo de ti mismo, en un robot de su ideología, en un fanático de sus proyectos políticos mundiales. ¿No es esto extraño? A medida que los sueños se hacen más universales, los desastres se vuelven más personales.
Entonces, cuando piensas en la salvación mundial, es mejor comenzar contigo mismo, porque ahí es donde el impacto es mayor y más sostenible. Un ojo inmundo no encontrará nada hermoso en el mundo. Y un corazón en el que no hay virtudes puede divertirse un poco, pero a la larga solo puede traer desgracia. No dejes de buscar la verdad, especialmente cuando os presenten una respuesta demasiado conveniente que halague vuestro ego. Y sobre todo, no permitas que te roben la fe y la esperanza, porque sin lo sobrenatural, es decir, sin Dios, la naturaleza entera no puede seguir existiendo.
Fuente: Franz Kronbeck en el "Mensajeros de San Atanasio" (Iniciativa de Cristianos Católicos) Junio 2019; Redacción: VM-Ar
Nota: la fuente es católica, el contenido de este texto parece excelente, por eso lo tradujimos. Para que no haya malentendidos aclaramos que no estamos de acuerdo con la doctrina católica.
Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; antes en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche (Salmo 1:1-2).
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Evangelio de Juan 3:16).