Por Nonie Darwish, 25. 6. 2017
El Islam fue establecido 600 años después del comienzo del cristianismo, no para confirmar la Biblia, sino para desacreditarla. No es su meta coexistir con "la gente del libro" - judíos y cristianos - sino reemplazarla.
Es difícil leer libros sobre legislación islámica sin llegar a la conclusión de que los valores islámicos son esencialmente "una rebelión contra los Diez Mandamientos".
El Islam viola el mandamiento que declara "No matarás" [la traducción más precisa sería “no asesinarás”]: cuando Alá ordenó a los musulmanes matar a los enemigos de Alá, y por medio de esta acción -de matar o ser matado- en la yihad se quiere garantizar el cielo.
La aceptación de un sistema jurídico paralelo dentro de una nación libre y democrática, anularía efectivamente la libertad real para muchas de las personas, las cuales serían posiblemente obligadas a someterse; así como también su capacidad de recibir igual justicia, en virtud de la ley vigente, sería anulada.
El Imam Feisal Abdul Rauf, de la "mezquita de la Zona Cero" de Nueva York, escribió una vez más un artículo extremadamente inexacto, donde reprende a los estadounidenses por su supuesta "caricatura derechista" sobre la ley islámica, la sharia; acerca de la que insiste que no significa una amenaza para la ley estadounidense. En su reciente artículo: "El estúpido temor americano de la ley de la sharia", negó que la sharia sea incompatible con las leyes estadounidenses y la constitución. ¿Será verdad?
Imam Rauf intenta argumentar que la amputación y lapidación de la sharia se derivan de la Ley Bíblica:
"La Sharia no trata de amputaciones y lapidación, sino que estos castigos extremos se transmitieron de la antigua ley bíblica y dichos de Jesús tales como: "Si vuestra mano derecha peca, cortadla" (Mateo 5:30). Dentro de la historia del Islam, estos castigos rara vez han sido aplicados. Lo que la ley islámica prescribe son las mismas cosas que se debe hacer y no hacer de los diez Mandamientos."
El artículo del Imam Rauf es, por decirlo de una manera suave, engañoso, especialmente con respecto a los Diez Mandamientos. La sharia no sólo es incompatible con el sistema legal occidental, sino que es directamente contrario a los valores occidentales: ha violado cada uno de los Diez Mandamientos.
El islam tiene poco respeto por la vida humana - de musulmanes o no musulmanes. Por empezar, como bien dijimos más arriba en el texto, el islam viola el mandamiento "No matarás". La Sharia castiga los pecados contra Alá -tales como la blasfemia y la apostasía- con la ejecución. A su vez, prohíbe procesar a los musulmanes que matan a los “apóstatas”; e incluso prohíbe procesar a padres o parientes que matasen a sus hijos o familiares. Alá ordena a los musulmanes matar a los enemigos de Alá; y en cuanto al acto de matar o ser muertos, en la yihad se les garantiza el “cielo”.
“De hecho, Alá ha comprado a los creyentes sus vidas y sus propiedades [a cambio] para que tengan el Paraíso. Luchan en la causa de Alá, por lo que matan y son asesinados. [Es] una verdadera promesa [obligatoria] sobre Él en la Torá, el Evangelio y el Corán. ¿Y quién es más fiel a su pacto que a Alá? Así que regocíjate en tu transacción que has contratado. Y es lo que es el gran logro” (Surah 9:111) *es el texto exacto de esta Surah según el Koran en español.
En el islam, el concepto de adulterio y lealtad en el matrimonio es totalmente diferente. Se espera lealtad de la mujer bajo pena de muerte, pero los hombres tienen mucha amplitud en ese sentido. Existen los derechos de la poligamia y del matrimonio temporal para los hombres musulmanes. Así, en el islam, el concepto de matrimonio, como un pacto de lealtad entre un hombre y una mujer, no existe.
En cuanto al robo, no nos dejemos engañar por el castigo bárbaro que resulta en la amputación de extremidades. En el islam se toma en serio el robo sólo cuando un musulmán roba a otro musulmán. Matar y robar están incluso conectados en el islam: luego de matar a no musulmanes en la yihad, estos musulmanes que llevaron a cabo estos actos son recompensados con las propiedades de aquellos, sus hogares, negocios, mujeres y niños; pues todo esto es considerado botín legítimo o botín de guerra. Algunas personas afirman que esto no existe hoy en día; pero trata de decirle esto mismo a los cristianos de Oriente Medio o a los judíos que han sido despojados de sus propiedades y sus tierras, y cuyos hogares han sido tomados por musulmanes.
Yasir Qadhi, un importante imán y profesor del Rhodes College en Memphis, Tennessee, dijo: "Los musulmanes tienen derecho a tomar la propiedad de cristianos y judíos inmundos". Qadhi ha sido descrito por la New York Times Magazine como "uno de los clérigos conservadores más influyentes en el islam americano".
Qadhi justifica el robo a judíos y cristianos fundamentando que en realidad se trata de "un medio para establecer el monoteísmo en la tierra". Él cita a Muhammad diciendo: "Me es ordenado luchar contra el pueblo hasta que se conviertan"; y explica que, "si no se convierten, su vida y sus bienes son halales [gratis para la toma] para los musulmanes".
En cuanto a la veracidad en la sharia, de nuevo, al igual que con el robo, el islam tiene muchas brechas: por ejemplo, la sharia afirma claramente que la mentira es una obligación bajo ciertas condiciones, cuando sirve para el beneficio del islam.
En cuanto al contentamiento y el codiciar la casa o la esposa de tu prójimo, el islam vuelve a usar la codicia para atraer a los musulmanes a realizar la yihad.
Todo el concepto de yihad es una fuerte violación al Décimo Mandamiento: significa conquistar a los no musulmanes y tomar lo que tienen.
Los libros islámicos nos dicen que Mahoma no sólo codició las posesiones de sus enemigos no musulmanes. Cuando codició a la esposa de su hijo adoptivo Ali, Mahoma tenía una “revelación” que hacía legítimo y “santo” el proceso de que Ali se divorcie de su esposa para que Mahoma pueda casarse con ella.
El Décimo Mandamiento - No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo - es totalmente ajeno a los valores islámicos. Los libros islámicos están llenos de ejemplos en los cuales los musulmanes despojan a los enemigos de Alá de sus posesiones, hogares, propiedades, mercancías de caravanas comerciales, mujeres y niños.
Simplemente hay que oponerse a la sharia. Incluso las leyes supuestamente benignas de la sharia en cuanto al matrimonio y el divorcio, las cuales el Imam Rauf afirma son un derecho religioso, destruyen totalmente el derecho de una mujer a divorciarse* y conservar la custodia de sus hijos.
La aceptación de la sharia en los Estados Unidos, u otros países libres, cambiaría totalmente el concepto occidental de matrimonio al permitir la poligamia, la violencia sexual, la mutilación genital femenina, la violación y el matrimonio con niños.
Cualquier sistema legal que gobierne a una nación -y que se esté importando- necesita ser escudriñado. Aceptar un sistema jurídico paralelo anularía efectivamente la libertad real de muchas de las personas que, de hecho, seguramente serán obligadas a someterse a ello; y sería una grosera negligencia contra los ciudadanos, contra su libertad y, sobre todo, contra la capacidad de recibir igual justicia en virtud de la ley.
La Sharia es la razón por la que ciertos musulmanes han promulgado una orden de muerte contra la autora de este artículo, así como contra Salman Rushdie y muchos otros, por “apostasía” o por haberse expresado dentro de un marco natural en la plena libertad de expresión; y la Sharia es la razón de por qué yo no puedo visitar mi país de origen, Egipto, o cualquier país donde los musulmanes están en la mayoría.
No, Imam Rauf, el miedo a la sharia no es "tonto". Este miedo es probablemente el miedo más claro y desesperadamente urgente que, cualquiera que se preocupa por la libertad, pueda tener.
Nonie Darwish, nacida y criada en Egipto. En 1978 se mudó con su marido a los Estados Unidos. Allí se convirtió al cristianismo evangélico. Es la autora de varios libros en inglés, tales como: Completamente diferente y Por qué he elegido los valores bíblicos sobre los valores islámicos.
Fuente: Nonie Darwish, 25. 6. 2017, Gatestone Institute; Redacción: VM-Ar 1.7.2017
Los Diez Mandamientos
Éxodo capítulo 20: 1-17
1 Y habló Dios todas estas palabras, diciendo:
2 Yo soy Jehová tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
3 No tendrás dioses ajenos delante de mí.
4 No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
5 No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
6 y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan mis mandamientos.
7 No tomarás el nombre de Jehová tu Dios en vano; porque no dará por inocente Jehová al que tomare su nombre en vano.
8 Acuérdate del día de reposo para santificarlo.
9 Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
10 mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
11 Porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Jehová bendijo el día de reposo y lo santificó.
12 Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.
13 No matarás [en realidad el sentido es “no asesinarás”].
14 No cometerás adulterio.
15 No hurtarás.
16 No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
17 No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
*Sobre el Divorcio: Creemos que a Dios no le agrada el divorcio (Malaquías 2:16; Marcos 10:1-12; Mateo 19:3-12). La única excepción que Jesús permite es por causa de fornicación (Mt. 19:9). El tema del presente artículo no es tratar las cuestiones del divorcio, pero bien quisiéramos dejar algo aclarado. La problemática de las familias es muy compleja, y de cada familia en particular; y de hecho se complica aún más cuando en una familia musulmana una parte se haya convertido a Cristo: y más grave aun cuando es la mujer quien se hizo cristiana, ella padecerá más de parte de su cónyuge, familia y sociedad. Bajo este aspecto hay que mirar aquí el mencionado “derecho de divorciarse”.