Norbert Homuth

Un buen caldo de cultivo para la Reforma de Lutero fue cierta logia humanista-masónica, la Operationsloge de Núremberg; la misma a la que pertenecían Albrecht Dürer (el pintor más famoso de Alemania) y la mayoría de los antiguos humanistas de Núremberg y antagonistas de Roma, como por ejemplo: Willibald Pirckheimer, Christoph Scheurl, Konrad Celtis, Georg Beheim, Anton Tucher, Lazarus Spengler y Johann von Staupitz. Lutero fue impactado en gran medida, desde su inicio [el de la Reforma], por la conspiración de los Rosacruz, una hermandad occulta-cabalistica-teosophica, la que entonces se consideraba progresista.

Desde temprana edad aprendió de los [místicos] Hermanos de la Vida Común (Brüdern vom gemeinsamen Leben), y desde su adolescencia fue inspirado por el misticismo (Devotio Moderna)1.

Los "Hermanos de la Vida Común", dicho sea de paso, participaron más adelante, en el siglo XVIII, en el establecimiento de la Comunidad de Filadelfia, los Philadelphen, otro grupo secreto. De este círculo cerrado de adeptos 2 formaban parte casi todos los famosos pietistas: Zinzendorf, Franke, Spener, G. Arnold y Tersteegen. La organización de los "Hermanos de la Vida Común" todavía existe hoy en día. Pastores de relieve, sobre todo pietistas, pertenecen a esta hermandad, pero mantienen su membresía en secreto. Cuando yo era estudiante de teología, querían iniciarme también en este pacto. Algunos miembros de aquel tiempo eran, entre otros, el pastor Bibra, el pastor Klaus Hess y el Superintendente Paul Riedinger (fundador de la Hermandad de María de Darmstadt Alemania). También la editorial de Filadelfia, en Leonberg (sur de Alemania) formó parte de los "Hermanos de la Vida Común", por medio de Eugen Belz, de la "Casa de los Hermanos Filadelfia" en Suiza. Belz formaba parte del liderazgo de aquellos de Leonberg desde 1947 3. Belz cofundó otras casas de hermanos más (Brüderhäuser), así como el Servicio de Cristo Ecuménico" Ökumenischer Christusdienst, en Ottmaring. Eugen Belz, como líder del movimiento, llevaba bajo la sotana el delantal masónico 4. Común a estos "hermanos" es su curso Ecuménico y Vuelta a Roma (Back-to-Rom) riguroso.

Pero volvamos a Lutero. Lutero había tomado como emblema una cruz ubicada en el centro de una rosa, que le había confeccionado el “hermano” de la logia, Lazarus Spengler, en Núremberg. Este hecho demuestra por cuáles fuerzas la Reforma fue impulsada. Investigaciones recientes revelan de dónde el escudo de Lutero realmente viene y que la Rosa de Lutero es mucho más antigua que la Reforma. Esta rosa, por ejemplo, fue encontrada en 1966 durante los trabajos de restauración en la piedra clave del arco de la torre norte de la iglesia Lorenzkirche de Núremberg 5. Por lo tanto, se puede decir con justificación completa que Núremberg fue 6 el núcleo de la Reforma. Desde Núremberg, las 95 tesis se difundieron en todo el mundo. La certeza de que el propio Lutero era un miembro del círculo de Núremberg puede deducirse del pedido documentado de Albrecht Dürer y Johann v. Staupitz donde, en repetidas ocasiones, le ofrecieron incluso que fuera su presidente 7. 

Fuente: Glaubensnachrichten (Noticias de Fe) 03-2017; Redacción: VM-Ar

La Orden de la Rosa Cruz: La “Rosa” y la “Cruz” fueron elegidos como símbolo de esta orden, porque estos elementos eran unos antiguos símbolos del ocultismo. Lutero tuvo el siguiente lema: "El corazón del cristiano camina sobre rosas, cuando se coloca en el centro debajo de la cruz" - vea el escudo de Lutero, el cual une corazón, cruz y rosa.

El Humanismo: El humanismo ve la máxima autoridad en el hombre mismo y rechaza a Dios, y en especial al Dios de la Biblia. Tal como los filósofos de la antigüedad, los humanistas declararon que la virtud y la verdad son los más altos objetivos de la actividad humana, aunque en la práctica, al negar al Dios bíblico, nunca podrán alcanzar esta meta.

Volviendo al tema de Lutero y la Reforma:

Se puede vislumbrar que el movimiento de Martín Lutero con reformas teológicas y religiosas se fundó en el estudio humanista del cristianismo antiguo. La mano derecha de Lutero y a la vez su mentor, Melanchton, era un experto en humanismo. De este modo se puede entender que, por un lado, la Reforma preparó el camino para la Revolución Francesa; y por el otro lado, más tarde, ha propiciado el surgimiento del comunismo con todas sus crueles y fatales consecuencias.

Desde esta perspectiva se puede entender que, en el año 2017, en lugar de festejar el jubileo de los 500 años de la Reforma (que en realidad nunca logró ese fin al que debería haber llegado, es decir, volver a la simplicidad de los cristianos primitivos) se está celebrando su entierro, ya que la mayoría de los líderes de la iglesia luterana de hoy ni siquiera creen literalmente en el nacimiento virginal de Jesucristo, ni en Su resurrección, ni en Su ascensión al cielo. Aparte de encaminar la reunificación con los católicos (queriendo, asimismo, arrastrar a los demás evangélicos y protestantes al mismo camino equivocado), éstos están negando el primer mandamiento: Yo soy Jehová tu Dios...No tendrás dioses ajenos delante de mí (Ex. 20:2-3), están declarando que tanto el Dios de la Biblia, como Alá y los demás dioses son uno y el mismo. Contradicen con esto al versículo 5 del mismo pasaje, que dice: No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo, Jehová tu Dios, soy Dios celoso. Vea este videomensaje del “venerado” Papa para enterarse de su visión sobre el diálogo y la paz entre las religiones. ¡Tengamos los ojos bien abiertos y no nos dejemos engañar! J.E.

Reconocimientos:

1 = Junghans, Helmar: Der junge Luther und die Humanisten (El joven Luther y los humanistas), Weimar 1984, p 63
2 = Lexikon für Theologie und Kirche (Léxico de Teología e Iglesia), Herder Verlag 1965, p 443
3 = carta personal de un miembro de Filadelfia del 09/01/1993
4 = Testigos, y la confirmación por parte de los miembros de la Junta de Filadelfia
5 = Diario Fürther Nachrichten (Noticias de Fürth) de 02.16.1996
6 = Roepke, C. J: Der Protestantismus in Bayern (Protestantismo en Baviera), Süddeutscher Verlag 1972, p 39
7 = Junghans, Helmar: El joven Luther y los humanistas (Der junge Luther und die Humanisten, Weimar 1984, p 302

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