La Anguila

Temática: creacionismo versus evolucionismo

La opinión científica predominante es que todas las anguilas americanas y europeas ponen sus huevos bajo una masa de algas marinas, a unos 500 metros de profundidad en el Mar de los Sargazos. Los huevos del tamaño de una cabeza de alfiler eclosionan para liberar a unas criaturas transparentes, parecidas a una cinta, sin ojos ni boca. Millones de estas diminutas criaturas ciegas están programadas para viajar de 1.500 a 4.000 km a través del océano. La corriente del Golfo las lleva hacia Europa o América.

Viajando más al norte, pierden gradualmente su transparencia y sus ojos y bocas aparecen. Las anguilas que no son devoradas por otros animales marinos, lentamente desarrollan su corazón y su estómago. A continuación nadan hasta los ríos y comen todo lo que encuentran a la vista, muerto o vivo. Llegan gradualmente a tener un color amarillo y a crecer hasta tres pies de largo.

Durante los primeros cinco a ocho años, las anguilas no tienen un sexo definido, luego desarrollan ambos órganos: masculinos y femeninos. Una vez maduros, sus narices se tornan puntiagudas y su piel se vuelve plateada. Aparentemente, desde ese momento nunca más comen de nuevo, porque nunca se ha encontrado alguna anguila plateada con comida en su estómago. Las anguilas nadan de vuelta entre 1.500 a 4.000 kilómetros hasta su lugar de nacimiento en el mar de los Sargazos. En este momento la anguila se convierte en un varón o en una hembra a medida que uno de sus órganos sexuales se encoge. Una vez que se reproducen, las anguilas mueren.

Fuente: A Closer Look at the Evidence (Una mirada más atenta a la evidencia), Creation  Moments, (Momentos de la Creación), 9.12.2016); Redacción: VM-Ar.

Porque la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, que con injusticia detienen la verdad; porque lo que de Dios se conoce les es manifiesto; porque Dios se lo manifestó. Porque las cosas invisibles de Él, su eterno poder y Divinidad, son claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por las cosas que son hechas; así que no tienen excusa.  Porque habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias; antes se envanecieron en sus discursos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios (Rom. 1:18-22).

Nota: La anguila del continente de Sudamérica es un pez más bien propio de las aguas fluviales y no tiene parentesco alguno con las anguilas europeas o norteamericanas.

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