San Carlo Acutis: el primer santo millennial de la Iglesia Católica
En una histórica ceremonia celebrada el 7 de septiembre de 2025 en la Plaza de San Pedro del Vaticano, el Papa León XIV canonizó a Carlo Acutis, un adolescente británico-italiano fallecido en 2006, convirtiéndolo en el primer santo millennial de la Iglesia Católica. La canonización tuvo lugar tras el reconocimiento oficial de dos milagros atribuidos a su intercesión.
Carlo Acutis, nacido en Londres en 1991 y fallecido a los 15 años a causa de una leucemia fulminante, fue conocido por su profunda devoción a la Eucaristía y por su habilidad para usar la tecnología con fines evangelizadores. Creó un sitio web dedicado a documentar milagros eucarísticos, el cual aún está disponible en casi 20 idiomas, y por ello fue apodado el "Influencer de Dios".
Tras su muerte, sus restos fueron inicialmente enterrados en Ternengo (Italia), pero en 2007 fueron trasladados a Asís. En 2019, su cuerpo fue exhumado y trasladado al Santuario del Expolio, donde se encuentra actualmente expuesto en una tumba de vidrio. Para preservar su imagen, se utilizó una máscara de silicona en el rostro y cera en las manos. Su corazón, una reliquia de primera clase, fue separado y conservado en un relicario de oro en la Catedral de San Rufino, también en Asís.
Desde su canonización, miles de fieles han acudido a venerar sus reliquias y su tumba. La creciente devoción ha impulsado una fuerte demanda de reliquias de primera, segunda y tercera clase, generando incluso un mercado informal en línea, donde se ofrecen desde mechones de cabello hasta piezas de tela y objetos personales. Algunas de estas supuestas reliquias alcanzan precios de hasta £2,000 en sitios como Etsy, lo que ha generado preocupación y una investigación formal en Italia por posible tráfico ilegal de reliquias. La Iglesia recuerda que la venta de reliquias es un pecado, y que tales actos podrían constituir fraude e irreverencia.
El legado de Carlo Acutis continúa inspirando a jóvenes de todo el mundo. Su madre, Antonia Salzano, ha destacado que su hijo vivió como cualquier otro adolescente, pero puso a Jesús en el centro de su vida. Su ejemplo, sencillo pero radical en fe, lo ha convertido en un modelo de espiritualidad para la nueva generación.
Junto a Acutis, también fue canonizado Pier Giorgio Frassati, otro joven beato con un fuerte impacto entre los católicos jóvenes. La ceremonia en el Vaticano reunió a miles de personas, en su mayoría jóvenes, reafirmando el mensaje del Papa León XIV: "Hagan de sus vidas una obra maestra."
San Carlo Acutis es, desde ahora, no solo un referente espiritual, sino también un símbolo de la fe en la era digital.
Fuente: dailymail.co; Edicion: VM-Ar
El mundo aplaude la canonización de Carlo Acutis, pero ¿qué dice Dios?
Por amor a la verdad, y por fidelidad a las Escrituras, debemos hablar.
La reciente canonización de Carlo Acutis un joven católico de 15 años, fallecido en 2006 ha sido celebrada como un “boom espiritual” por millones. Se le llama el “santo millennial”, el “influencer de Dios”, y sus reliquias fragmentos de su cabello, órganos, ropa y objetos personales ya circulan por el mundo en relicarios de vidrio, tiendas religiosas y plataformas en línea.
Pero mientras las multitudes se amontonan para ver su cuerpo embalsamado, la pregunta más importante sigue sin responderse:
¿Qué piensa Dios de todo esto?
El Dios de la Biblia no canoniza a personas: salva pecadores
En la Escritura, no encontramos un solo versículo que enseñe que un ser humano puede ser declarado “santo” por una institución religiosa. Por el contrario, la Biblia afirma que todo aquel que cree en Cristo, ha nacido de nuevo y vive para Él, ya es santo (apartado) por gracia.
“a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro: ” (1 Corintios 1:2)
No hay rangos de santidad. No hay élites celestiales humanas. En Cristo, todos los creyentes y discípulos son santos a través de El, no por proclamación. No se necesita un Papa que canonice, sino un Salvador que perdone y transforme.
���♀️ Lo que el mundo llama devoción, Dios llama idolatría
La veneración de reliquias, las oraciones a los santos, el culto a sus imágenes, todo esto puede parecer espiritual, piadoso y hasta conmovedor. Pero no es cristianismo bíblico. Es idolatría, abierta y frontal, tal como la Palabra lo denuncia.
“No tendrás dioses ajenos delante de mí. No te harás imagen... no te inclinarás a ellas ni las honrarás.” (Éxodo 20:3-5)
La idolatría no comienza cuando alguien se postra ante una estatua, sino cuando reemplaza a Dios por algo o alguien más.
Hoy, millones están depositando su fe en Carlo Acutis, en reliquias, en objetos, en experiencias, en milagros, etc… menos en Cristo.
Una iglesia que promueve la idolatría… ¿es la Iglesia de Cristo?
La Iglesia Católica, con toda su estructura, su tradición y su poder mediático, ha institucionalizado prácticas que Dios condena explícitamente en su Palabra. La canonización de Acutis no es un caso aislado: es el fruto de siglos de desvíos doctrinales.
“Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, Enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” (Mateo 15:8-9)
Una iglesia que conduce a los hombres a adorar a los muertos, a rezar a figuras humanas, a comprar reliquias como si fueran canales de gracia, no está cumpliendo la misión del Evangelio. Está levantando una religión humana que acomoda a los hombres, no una fe bíblica que honra a Dios.
El mundo ama y busca una religión hecha a la medida de sus deseos
Vivimos en una época donde la verdad ya no importa tanto como la experiencia personal. Donde el sentimentalismo reemplazó la sana doctrina. Donde lo milagroso es más valorado que lo santo. Donde Dios ha sido reducido a un proveedor celestial de favores y se quiere usar como el genio de la lampara.
Por eso, figuras como Carlo Acutis son tan populares: no confrontan al mundo, lo complacen. Es el ídolo perfecto para una generación que quiere una espiritualidad atractiva, moderna y sin cruz.
Pero el Evangelio no es un llamado a seguir a un joven carismático. Es un llamado a negarse a uno mismo, tomar la cruz y seguir a Cristo:
“Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” (Lucas 9:23)
Jesucristo es suficiente. Solo Él.
No necesitamos intercesores adicionales. No necesitamos santos populares ni sus huesos ni sus cabellos. Cristo, y solo Cristo, es el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por Él (Juan 14:6).
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre.” (1 Timoteo 2:5)
Si hoy tu fe está puesta en imágenes, en reliquias, en milagros o en ceremonias, estás en grave peligro. La salvación no se encuentra en ningún ser humano, ni vivo ni muerto. Solo se encuentra en Jesús, el Hijo de Dios, crucificado y resucitado por nuestros pecados.
¡Arrepiéntete y vuelve a la Palabra!
La canonización de Carlo Acutis no es motivo de celebración. Es un triste recordatorio de cuánto se ha alejado la humanidad de Dios, y de cómo una religión sin Escritura, sin arrepentimiento y sin Cristo está ganando terreno.
Pero aún hay esperanza. Dios llama a todos los hombres, en todo lugar, a arrepentirse. Pero Dios, habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos los hombres en todo lugar, que se arrepientan; (Hechos 17:30).
Si te llegó esta reflexión, no es casualidad. Dios te llama para que vuelvas a Él, no a través de santos, reliquias o tradiciones, sino por medio de la fe en Su Palabra viva.
Escudriñad las Escrituras; porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí (Juan 5:39)
Solo por medio de Cristo. Solo por medio de la fe. Solo por medio de la gracia. Solo por medio de la Escritura (la Biblia). Solo damos la gloria a Dios.