Avivamiento en Asbury, Kentucky

Avivamiento en Asbury, Kentucky

Entonces Pedro, poniéndose en pie con los once, alzó su voz, y les habló diciendo: Varones judíos, y todos los que habitáis en Jerusalén, esto os sea notorio, y oíd mis palabras.  

Porque éstos no están borrachos, como vosotros pensáis, siendo apenas la hora tercera del día. 

Mas esto es lo que fue dicho por el profeta Joel:  

Y será que en los postreros días, dice Dios: Derramaré de mi Espíritu sobre toda carne; Y vuestros hijos y vuestras hijas profetizarán; Y vuestros jóvenes verán visiones; Y vuestros ancianos soñarán sueños: 

Y de cierto sobre mis siervos y sobre mis siervas derramaré de mi Espíritu en aquellos días, y profetizarán  (Hechos 2:14-18) 

El 8 de febrero de 2023 sucedió algo muy especial en las casas de altos estudios en la Universidad de Asbury en Wilmore, Kentucky y en la Universidad Lee de la Iglesia de Dios en Cleveland, Tennessee. No hubo oradores famosos ni bandas de adoración de celebridades. No hay nada elegante en el edificio en sí; tiene asientos de madera anticuados y vidrieras. Sin embargo, tanta gente comenzó a acudir al campus de Asbury, que la escuela tuvo que abrir dos auditorios adicionales; muchos esperaron su turno en largas colas afuera. 

Ese día, a las 10 de la mañana, se iniciaba una reunión de oración normal en el auditorio de Asbury. Nada indicaba que iba a extenderse por más de 2 semanas y que iba a convertirse en todo un suceso extraordinario. 

¿Qué fue lo que pasó? Ocurrió que se comenzó a hablar de arrepentimiento y conversión. Había personas en medio que ya venían meditando estos temas. Todo comenzó con la confesión de un estudiante; cientos hicieron lo mismo y allí se quedaron. Por lo tanto, si bien se trató de algo inesperado, existen raíces más profundas. Además, esta universidad ya fue sede de otros avivamientos en el pasado.  Hay cánticos, hay oración, hay una limitada predicación, hay arrepentimiento, hay conversión, se nota la presencia del Espíritu Santo. ¿Hay errores? Probablemente sí, nunca un avivamiento ha sido perfecto. Pero los testimonios muestran que es mucho más fuerte su virtud que sus imperfecciones. 

Lo mismo está sucedió en la Universidad Lee en Cleveland, donde los estudiantes están conduciendo momentos de oración en la Capilla de la Universidad. Una vigilia de oración dirigida por estudiantes comenzó el lunes 13 de febrero alrededor de las 10:30 am, como resultado del deseo de una clase de la Escuela de Teología y Ministerio de orar y buscar a Dios. El pastor de la Universidad Lee, Rob Fultz, explicó que el avivamiento había llegado a la Universidad Lee y escribió: "Un poderoso mover de Dios comenzó esta mañana en Lee y se ha ido acumulando durante todo el día. Nos acercamos a la décima hora, nada más que voces en oración, adoración, y arrepentimiento". Varios estudiantes de otras universidades han viajado a Lee para participar y la vigilia ha seguido siendo dirigida por estudiantes. No hay predicadores famosos, ni artistas cristianos, solo apetito por disfrutar la presencia de Dios. 

No sabemos cuánto durará esta efusión. Cuando un movimiento similar estalló en Asbury en 1970, el servicio continuo de la capilla duró dos semanas. Lo que es diferente esta vez es que las redes sociales han hecho posible que el fervor de avivamiento y el fuerte sentido de la presencia de Dios se propaguen instantáneamente.

¿Qué nos está diciendo Dios a través de este movimiento inusual? Podrían ser estos tres puntos: 

1. El Señor llama a su iglesia a la humildad y al quebrantamiento. Note que no escuchamos nombres de predicadores asociados con el avivamiento de Asbury de 2023. Aquellos que han asistido a las reuniones de Asbury están impresionados por su simplicidad. Los ministros están compartiendo la Palabra de Dios, pero el verdadero avivamiento nunca se trata de hombres, sermones llamativos, máquinas de humo o iluminación especial. Cuando la presencia de Dios está en la habitación, todo lo que podemos hacer es inclinarnos y levantar nuestras manos. Se vuelve irreverente exaltar a un hombre cuando Jesús es el foco. No necesitamos fabricar la unción del Espíritu Santo cuando Él está en la habitación.

2. Toda iglesia necesita romper las tradiciones rancias que apagan el Espíritu Santo. Este no es un momento para permanecer en la caja de la religión seca. Si te preocupa que los jóvenes salten o griten durante la alabanza y la adoración, o que la alfombra en el salón de tu iglesia pueda estar sucia por nuevos conversos que huelen a marihuana, o que el servicio de 60 minutos pueda durar tres horas, entonces te has convertido en un religioso. Dios quiere destruir nuestros ídolos para que pueda alcanzar a los perdidos que lo necesitan. 

3. Señor, deja que lo que está sucediendo en Asbury haga erupción en cada iglesia, que se desespera por Tu presencia. Deja que nuestra alfombra se moje con lágrimas de arrepentimiento. Señor abre nuestros corazones y haznos flexibles, para que no nos interpongamos en Tu camino cuando Tú traigas avivamiento verdadero... 

En muchas partes del mundo existe un hambre espiritual que impulsa a las personas a pagar el precio para experimentar a Dios de una manera que les cambie la vida. 

Un movimiento acelerado del Espíritu exige que la iglesia se alinee con Dios para cosechar y retener la cosecha.

Las reuniones como de costumbre ya no están produciendo resultados y una nueva normalidad que incluye milagros, señales y prodigios ahora debe identificar a la iglesia. [Para algunos esta parte puede ser polémica  - dejémoslo así por ahora y tengamos un corazón ensanchado con un amor amplio.] 

El avivamiento tiene una apariencia definitoria que atrae a los hambrientos cuando lo ven. La mujer que conoció a Jesús en el pozo de Jacob lo sabía y corrió al pueblo y gritó: “Vengan y miren al hombre que cambió mi vida”. 

El Avivamiento también tiene un sonido y te darás cuenta cuando llegue. El sonido del avivamiento puede manifestarse por un creyente que llora, o puede escucharse en la risa de un niño pequeño. Puede provenir de estudiantes hambrientos del Espíritu Santo que solo quieren permanecer en la presencia de Dios todo el tiempo. Puede escucharse en las palabras de reconciliación cuando dos hermanos previamente divididos vuelven a estar juntos en la unidad. El sonido puede provenir de una iglesia arrepentida que finalmente se da cuenta de que nada inventado o nacido de la carne responderá a las necesidades lamentables de nuestras familias o de un mundo que desciende en espiral hacia la destrucción. 

El avivamiento tiene un sonido, como el tono afinado de una trompeta que proclama el jubileo. Cuando lo escuches, abre las ventanas de tu corazón y deja que suceda un verdadero avivamiento. 

Resumiendo:

Seguro, este avivamiento espontáneo es un mover de Dios. Seguramente no es perfecto tiene sus fallas. Sí.

¡Urgentemente necesitamos avivamiento no solo en Estados Unidos, sino también en Argentina y en todos los países! 

El presidente del Seminario Teológico de Asbury, Timothy Tennent, duda en llamar a esto un «avivamiento». Escribe: «Solo si vemos una transformación duradera que sacuda los cómodos cimientos de la iglesia y nos lleve de verdad a todos a un lugar nuevo y más profundo podremos mirar atrás, en retrospectiva, y decir “sí, esto ha sido un avivamiento”. El tiempo lo dirá». 

Asbury y los demás lugares a los que se transmitió este despertar, es un buen ejemplo. Es urgente frente a la decadencia generalizada que como cristianos nos quebrantemos delante de Dios sea a solas o junto a otros. El cristianismo está en decadencia, despreciado y perseguido.

Los “cristianos” están más comprometidos con el mundo, están ensanchando el camino angosto. Jesucristo espera de nosotros un compromiso total y no mediocre llamándonos a procurar la máxima altura estpiritual diciéndonos: Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en el cielo es perfecto (Mateo 5:48). 

Este avivamiento tiene que seguir y nunca detenerse. Los quebrantados, los viejos y los nuevos creyentes deben entrar y permanecer en el discipulado (entrar en la escuela de Jesucristo) y luego también discipular a otros. Todos deben ser bautizados (sumergidos) y perseverar en la comunión los unos con los otros tal como nos ensena el Libro de los Hechos de los Apóstoles y todo el Nuevo Testamento. 

Fuente: Varios; Editado: VM-Ar

 

 

 

 

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