Lo que sigue es parte del testimonio de Hassan Butt, ex-fundamentalista islámico de Inglaterra, publicado en el diario Daily Mail, del 2 de julio de 2007: “Recuerdo, cuando todavía era miembro de la cuál es probablemente la red británica más importante de Jihad, es decir, una serie de grupos musulmanes británicos terroristas unificados por una sola ideología,
cómo nos reíamos siempre cuando los locutores en la TV proclamaban que la causa única para los actos islámicos del terror, tales como el 9/11, los bombardeos de Madrid y el 7/7, era la política extranjera occidental. … Más importante aún, esto lo que piensan y expresan, ha ayudado a alejar cualquier sondeo crítico de los motivos verdaderos de nuestra violencia, que es la teología islámica. … Yo salí de la red británica de Jihadi en febrero de 2006, porque me di cuenta de que sus miembros se habían transformado en asesinos sin conciencia. … Lo que me condujo a mí y a muchos otros a conspirar actos de terror extremo dentro de la Gran Bretaña y en el exterior, fue la idea de que luchábamos para la creación de un estado islámico mundial revolucionario que dispensaría la justicia islámica. … La fundación del razonamiento extremista se reclina sobre un modelo del mundo en el cual hay solamente creyentes o infieles. … Los predicadores radicales paquistaníes y británicos me enseñaron que esta reclasificación del globo, como tierra de la guerra (UL-Harb de Dar), permite que cualquier musulmán destruya la santidad de los cinco derechos que se conceden a cada ser humano bajo el Islam: vida, bienestar, tierra, mente y creencia. En la tierra de la guerra - UL-Harb de Dar -, todo vale, incluyendo la traición y la cobardía en atacar a civiles.”
Nota: Jihad = guerra islámica santa.