El Papa Francisco publicó otro documento herético que contradice la Palabra de Dios
El Papa Francisco emitió el 3.10.2020 la última de una larga lista de cartas papales que van en contra de la Santa Biblia. Curiosamente Francisco viajó a Asís (Italia) para firmar esta carta un día más tarde encima de la tumba de San Francisco de Asís.
Esta encíclica titulada Fratelli Tutti (“Hermanos Todos”) llama a la unidad global. Se basa en el Documento sobre la fraternidad humana que el Papa firmó con Ahmed al-Tayyeb, el Gran Imán de al-Azhar en Abu Dhabi (capital de los Emiratos Árabes Unidos), en febrero de 2019. [Mientras tanto, Ahmed al-Tayyeb alabó la Encíclica Fratelli Tutti como “un llamado a la conciencia humana”.]
Enseña la herejía de la paternidad universal de Dios. Enseña la herejía de que todas las creencias aportan riqueza a la familia humana. Enseña que "Jesucristo está en los abandonados o excluidos". Requiere fronteras abiertas: “Cada país también pertenece al extranjero en la medida en que los bienes de un territorio no deben ser negados a un necesitado que venga de otro lugar”. Denuncia la pena capital y solicita “el cuidado de todo el planeta”, y además, pide la "subordinación de toda propiedad privada al destino universal de los bienes de la tierra y, por lo tanto, el derecho de todos a su uso" (lo cual, por supuesto, es puro comunismo). Rechaza el concepto de una "guerra justa", pide el desarme, promueve el mito de que este desarme produciría la paz mundial y lanza la ridícula afirmación de que la guerra puede detenerse "con una palabra" y de que "la paz puede mantenerse con la paz".
Fuente: Way of Life News, Dave Cloud 11.12.2020; Redacción: VM-Ar
Para quien quisiera investigar más, aquí el link al original la Encíclica Fratelli Tutti:
https://infovaticana.com/wp-content/uploads/2020/10/Fratelli-Tutti-carta-enc%C3%ADclica.pdf
"Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia, desead, como niños recién nacidos, la leche no adulterada de la palabra, para que por ella crezcáis” (1 Pedro 2:1-2).
