Reflexiones con Respecto a las Elecciones o El Cristiano y la Política

1. La Teocracia y no la "Democracia" es la forma de gobierno ordenado por Dios. ­ ¡Dios debe ser quien gobierne la vida personal, familiar, social y civil! El que participa de las elecciones confirma y apoya en la casi totalidad de las opciones lo que Dios no ha aprobado.

2. "El dios de este siglo [Satanás] ha cegado el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio..." (2 Cor. 4:4). Para el cristiano entonces la pregunta es: ¿Existe la opción de poder votar por una persona incorruptible, de buen testimonio y moralmente intachable? Al no haber tal opción automáticamente el cristiano que vota apoya el reino del diablo y el nuevo orden mundial anticristiano que está gestionándose ya a nivel mundial y a pasos agigantados.

3. Por otro lado, el que ora por los políticos, "por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad" (1. Tim. 2:2), participa activa- y positivamente del gobierno de Dios.

4. No son los políticos individuales quienes hacen o manejan la política sino los espíritus malvados que están por detrás de ellos (al no ser cristianos renacidos y regenerados en cuyo caso debería gobernar el Espíritu Santo). Quien vota por hombres no regenerados que no hacen la voluntad de Dios automáticamente apoya al demonio.

5. El que vota por un determinado partido que no pone en práctica la Palabra de Dios, la cual tiene la respuesta a absolutamente todas las necesidades humanas, sean estas personales, morales, sociales, económicas, educacionales, culturales, etc., es ya una victima del Anticristo.

6. Quien vota por "el mal menor" también vota por el mal.

7. Alguien ha dicho: "Para que los malos prosperen solo hace falta que los buenos no hagan nada". Comienza entonces a orar; escudriña las Sagradas Escrituras y pídele a Dios que te ilumine y te guíe para que toda tu vida, todos tus pensamientos y todos tus hechos estén conformes a Su voluntad.

8."Nuestra ciudadanía está en los cielos" (Fil. 3:20); sin embargo como hijos de Dios tenemos conforme a las enseñanzas de Jesucristo la gran responsabilidad de ser la luz y la sal en este mundo de oscuridad. Como individuo tengo la responsabilidad de vivir de manera santa, conforme a lo que la Biblia enseña, y permitir y predicar que Dios gobierne verdaderamente todas las áreas de mi vida personal y familiar, de mi sociedad y de mi país.

9. Medita en Deuteronomio 17:14-20 y en Romanos 13:1-14 y "haz lo bueno".

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