Alistado por el Khmer Rouge a la edad de 17 años, Bao quedó completamente traumatizado por la guerra. Vio cómo sus mejores amigos fueron asesinados. Un día, su unidad capturó a un soldado enemigo al que se le preguntó cuál era su último deseo. El prisionero no pidió un cigarrillo, como era costumbre en tal situación, sino que se le leyera un pasaje del libro que tenía en su bolsillo. Bao fue el encargado de hacerlo; comenzó a leer en voz alta: "Jesús dijo..." Pero no pudo seguir adelante, ya que fue interrumpido por un ruido muy fuerte. Un helicóptero de combate los atacaba. En medio de la confusión que siguió, el prisioneropudo escaparse.
Al día siguiente, Bao preguntó al jefe de su unidad: "¿Qué dijo Jesús?" Éste lo miró sin comprender nada. Bao continuó: "Mira, es sin duda algo importante para que este hombre haya querido escucharlo antes de morir". Su líder se enojó y dijo que iba a hablar con el comisario político. Bao sabía que ahora iba a tener serios problemas. Pero ese día su compañía fue atacada y Bao fue el único sobreviviente.
Bao continuó durante cuatro años más ejerciendo de soldado. Cada día se preguntaba "¿qué dijo Jesús?" Ya por último, encontró una Biblia. Bao cuenta: "Por fin conseguí leer lo que había dicho Jesús, y tomé la decisión que yo también quería morir con estas palabras; Dios quería salvarme, me socorrió durante la guerra,para que pudiera escuchar lo que Jesús dijo".
Este mensaje de Jesucristo sigue estando vivo y habla a cada uno de nosotros. – ¿Lo quieres escuchar... y hacerle caso?
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16).
Jesús la fe de ellos, dijo al paralítico: ¡ten ánimo, hijo mío, tus pecados te son perdonados!” (Mateo 9:2). –
Fuente: La Buena Semilla: Redacción: VM-Ar