¿Obediencia o Servidumbre?

(Jesús dijo a sus discípulos:) “Vosotros sois mis amigos si hacéis lo que yo os mando. Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor: mas os he llamado amigos...” (Juan 15:14-15).

El pecado fue introducido en el mundo por la desobediencia de Adán y Eva hacia el único mandamiento que Dios les dio. Ahora, lo que caracteriza a un cristiano es que tiene la vida de Cristo (1 Juan 5:12). Por eso debe, tal como Jesucristo, obedecer a Dios. Pero, ¿por qué siente esta obediencia a menudo, como una carga? Es verdad que la obediencia se opone en nuestro pensamiento con respecto a la noción de libertad, que hoy en día es reclamada en todo el mundo.



Nos hemos olvidado de que hay varias posibles motivaciones en cuanto a la obediencia:

- Por obligación: en el pasado, no se le preguntaba a un esclavo si quería obedecer; de ser necesario, era obligado por la fuerza. Del mismo modo, se exige la obediencia a un niño por sus padres, para entrenarlo y protegerlo del peligro; pues esto es parte de su educación.

- Por necesidad: la mayoría de nuestros lectores son (o fueron) empleados, y si quieren mantener sus puestos de trabajo deben estar atentos a las órdenes de su jefe.

- Por amor: para obedecer, el cristiano tiene otras razones que la obligación o la necesidad; lo hace por amor hacia Dios, quien se ha revelado a él como un Padre lleno de ternura; y por amor también hacia su Salvador Jesucristo, que dio su vida para salvarlo de la perdición eterna, y quien además dijo: "Si me amáis, guardad mis mandamientos" (Juan 14:15).

Consideremos entonces la obediencia a Dios como algo relacionado, no a la esclavitud, sino a la libertad del amor; y examinémonos a la luz de lo que nos es revelado por medio de la Palabra de Dios. ¡Estemos dispuestos de hacer los cambios que sean necesarios en nuestra vida para ponernos en regla con lo que Dios espera de nosotros!

“El que tiene al Hijo (Jesucristo), tiene la Vida; el que no tiene al Hijo, no tiene la vida” (1 Juan 5:12).

Fuente: La Buena Semilla; Redacción: VM-Ar

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