Ignorancia Peligrosa - Ocultismo

En nuestros días el mercado de literatura está inundado con libros de ocultismo. Especialmente libros sobre astrología, espiritismo, hipnotismo y clarividencia. Si la gente conociera lo que se esconde detrás de la superstición y de la hechicería, se apartaría horrorizada de dichas prácticas. ¡Cuánta ignorancia encontramos en este terreno tan peligroso! Cuánta liviandad recriminable existe frente a los poderes demoníacos que, ocultos bajo la apariencia de prestar ayuda, arrastran a individuos, familias y generaciones enteras a la perdición eterna. Cuántas personas podrían volver a ser alegres, felices y sanas, si reconocieran que su aflicción se debe a esta "ignorancia peligrosa".

"Al que cierra la puerta a la fe, la superstición se le mete por la ventana. El que rechaza a los ángeles de Dios es atormentado por los espíritus de Satanás" (E. Geibel).

Dejarse tirar las cartas para conocer el futuro... consultar el horóscopo para saber el destino... hacerse curar por medio de palabras mágicas... consultar a los espíritus haciendo mover la mesa... etc. Muchos toman esto en broma o como un juego, y se sonríen, diciendo que en realidad no creen en tales cosas. Otros lo hacen simplemente por curiosidad o por seguir la corriente de sus amigos. Pero luego de dichas prácticas se hunden en la depresión y desesperación, lo cual puede culminar en serios trastornos mentales que pueden llevar al intento de suicidio. Estas personas no saben que de esta manera se han sometido a una ligadura satánica que puede llegar a destruir toda su vida, causándoles daños, infortunios, enfermedades, ataques de cólera, delitos; llevándolos al pecado, e incluso a cometer crímenes. Además, estas prácticas ocultas conducen siempre a la incapacidad absoluta de poder tener fe en la Palabra de Dios.

¿Cómo se explican estos síntomas enfermizos en la vida emocional de personas que tienen sano juicio? Superstición y hechicería son productos del infierno, el resultado de una labor intensa de Satanás, de espíritus malignos, de demonios, principados y poderes del mal. Con estos poderes trabajan los adivinos, los hechiceros, los brujos y hasta el más simple curandero. De esta manera apartan consciente o inconscientemente a los hombres de Dios. Estas personas que practican el ocultismo quedan atadas a Satanás a través de los símbolos, prescripciones y costumbres supersticiosas.

¿Como explicamos este fenómeno en una época como la nuestra donde la ciencia juega un papel tan importante? Los problemas de hoy en día no giran tanto en torno de los conocimientos científicos, filosóficos, económicos o sociales, sino que el problema de nuestra época es únicamente el pecado que nos separa de Dios. El pecado es el origen de todas nuestras miserias, penurias y preocupaciones (Proverbios 14:34).

La Palabra de Dios nos da plena claridad sobre la actividad de fuerzas demoníacas y sobre el poder del pecado (Juan 8:44; Romanos 7:11).

Superstición: es la fe desligada de Dios; una filosofía de la vida con la cual se pretende vivir "sin Dios", o "con El", pero en oposición a sus mandamientos. La persona supersticiosa, no importa si es rica o pobre, culta o ignorante, sana o enferma, por causa de dichas prácticas queda atada a Satanás y a los espíritus malignos. Estas prácticas, que tienen cada una de ellas su significado especial, y que deberían ser observadas muy cuidadosamente, tienen una influencia muy peligrosa sobre la vida espiritual de quienes las acatan.

Mencionamos a continuación algunas de las formas más conocidas de las supersticiones abominables y perniciosas:

Interpretación de signos: Hay cosas que, según dicen, dan suerte: monedas de la suerte, talismanes, herraduras, amuletos, tréboles de cuatro hojas, mascotas, cintitas rojas, y otras traen desgracia: gatos negros, barrer la casa de noche, cruzar los brazos al saludar, pasar por debajo de una escalera, zumbidos en el oído, derramar sal sobre la mesa, espejos rotos, abrir el paraguas bajo techo, etc.

Interpretación de los números: Considerar que ciertos números dan suerte y otros traen desgracia. ¿Quién no se asusta cuando hay 13 personas a la mesa? Muchos no se quieren hospedar en el cuarto Nº 13 de un hotel, etc.

Elección de ciertos días: Prestar atención a ciertos días, horas, tiempos (luna creciente) etc., para viajar, casarse, mudarse, sembrar, lavar, cortarse el cabello o las uñas, comenzar algún trabajo importante, etc.

Interpretación del canto de las aves: Prestar atención al canto de los pájaros, como por ejemplo la lechuza, el cuervo, el pirincho, etc.; y adivinar a través de ellos el futuro o cuántos años de vida quedan, etc.

Conjuraciones: Para obtener buena suerte y alejar las desgracias hay que tocar madera, usar amuletos colgados al cuello o en los autos, atar una cinta roja a los niños, tener un pañuelo anudado, una cruz de Caravaca, etc.

Astrología: Observar el signo del zodíaco en el cual uno nació. Utilizar la astrología para realizar los negocios, plantar, medicarse, etc. Usar como amuletos los signos del zodíaco. La astrología pretende "científicamente" prever el futuro de las personas por la observación de los astros. Es una de las mejores armas de Satanás para cegar a la gente.

Hechicería: Mientras que la "magia blanca" se esconde tras un manto natural o religioso, la "magia negra" obra abiertamente con las fuerzas satánicas. Quienes la practican realizan con ambición y codicia obras sobrenaturales y prodigios mentirosos que aparecen hoy en día bajo nombres altisonantes y eruditos de "investigación" y "ciencia". Abundan hoy en las librerías seculares los libros sobre magia.

Adivinación: Descubrir el pasado y adivinar el futuro por medio de la lectura de las líneas de las manos (quiromancia, practicada especialmente por gitanos), tirar las cartas, interpretar los sueños, consultar el horóscopo, el sedimento del café y del té, etc.

Curanderismo: curar de palabra y a la distancia a personas y animales. Invocar los nombres de la "Santísima Trinidad", usar amuletos y objetos "bendecidos". Medir con cinta para curar el empacho, granos de maíz en un vaso de agua, mezclar aceite y agua, mirar la orina del enfermo a trasluz.

Péndulo sideral: Se sirven de este elemento para diagnosticar dolencias y descubrir sus respectivos remedios, usándolo sobre fotografías, prendas, pañuelos y mapas para averiguar si determinadas personas aún están vivas y dónde se encuentran, etc.

Métodos modernos de curación y diagnóstico: Homeopatía, diagnóstico por el iris, telepatía, hipnosis, sugestión, yoga, acupuntura, magnetismo.

Magia negra: El "Sexto y Séptimo Libro de Moisés", un peligroso libro sobre hechicería de la antigua India, no tiene nada que ver con la Biblia. Otros libros titulados: "Las siete cerraduras del cielo", "Fuerzas mágicas en nosotros", "Literatura anticristiana" etc. y las cartas circulares.

Teología liberal: Muchas veces encontramos en los modernos teólogos un espíritu de mentira y de engaño satánico (1 Timoteo 4:1; 2 Tesalonicenses 2:11).

"Bendiciones" mágicas: Fórmulas de oración. Se usan para detener hemorragias, apagar incendios, etc., haciéndolo mediante prácticas misteriosas a medianoche en las bocacalles, cementerios, lugares escondidos; silenciosamente y usando el nombre de Dios en vano.

"Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación" (1 Samuel 15:23). "... por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira" (2 Tesalonicenses 2:10-11).

Herejías de fondos supersticiosos y pagano-filosóficos: Dice 2 Pedro 2:1-2: "...habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Y muchos seguirán sus disoluciones."

Quien con sus problemas no se dirige al Dios único y vivo para buscar refugio en su Palabra, sino que se entrega a dichas herejías y supersticiones, entra en una relación confidencial con el diablo. Ya sea que lo sepa, acepte o no, la relación ha quedado establecida. Naturalmente que nadie lo desea, más aún, ni siquiera piensa que su proceder puede llegar a tener terribles consecuencias. Es así como se acepta dicho apoyo gustosamente. Asimismo hay quienes sostienen que no es importante de donde proviene la ayuda, si de Dios o de Satanás. Estas personas ignoran, por lo visto, que Satanás cobra un precio muy elevado por su auxilio. Pero, lo peor de todo es que a estas almas les será ya muy difícil creer en el Dios bondadoso y misericordioso que obró la redención para todos los hombres en Su Hijo Jesucristo.

¿Cuáles son las consecuencias de estos pecados abominables? Es imposible enumerarlas a todas. Mencionaremos algunas de estas consecuencias contra las cuales ninguna medicina puede ayudar: intranquilidad, angustia, tendencia hacia la melancolía, intentos de suicidio, desorientación, sexualidad exagerada con inclinaciones antinaturales, avaricia, ataques de cólera, dolores misteriosos, congojas, depresiones, obsesiones, pensamientos terribles, blasfemias, rechazo a la Palabra de Dios, desgano hacia la oración, incapacidad para creer, alucinaciones visuales y auditivas, locuras religiosas etc.

Multitudes de enfermos padecen las secuelas de estos terribles pecados sin saberlo e ignorando la verdad al respecto. El médico no puede explicar la enfermedad, ya que realmente no se trata de dolencias orgánicas, sino de las consecuencias de pecados de superstición y curanderismo a los que se recurrió sin haber antes reflexionado.

Dios advierte con tremenda seriedad a los hombres: "No os volváis a los encantadores ni a los adivinos; no los consultéis, contaminándoos con ellos... y la persona que atendiere a encantadores o adivinos para prostituirse tras de ellos, yo pondré mi rostro contra la tal persona, y la cortaré de entre su pueblo" (Levítico 19:31; 20:6). Por tanto, quien se dedica a estas cosas se separa de Dios y se une a fuerzas de las tinieblas que torturan a los hombres despiadadamente. ¡Escuchen!, escuchen Uds. que se dedican a estas cosas, adivinos y videntes, curanderos y ocultistas, astrólogos y líderes de sectas, y todos los que corren hacia ellos: Dios ya no está a favor de Uds. El ya no los bendice, tampoco a sus hijos. Ya no se acuerda más de Uds. con benévolo amor. No les hace más el bien. Se constituyó en su enemigo y juez. ¡El los elimina de entre su pueblo! "¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!" (Hebreos 10:31). "...porque nuestro Dios es fuego consumidor" (Heb. 12:29).

Nadie piense ahora que esto que decimos es exagerado porque una madre "muy religiosa" también hizo lo mismo sin encontrar "nada malo" en ello. Eran sólo inocentes remedios caseros, que, si no ayudan, tampoco perjudican. Pareciera que son remedios bíblicos que Dios nos dio para curarnos. ¡Pero eso es una mentira de Satanás! No son remedios bíblicos cuando se usa el nombre de Dios mágicamente. ¡Eso es pecado! ¡Son pecados abominables! "Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas" (Deuteronomio 18:12). Que estas palabras se graben indelebles con letras de fuego en sus corazones: "¡Porque es abominación para con Jehová cualquiera que hace estas cosas!"

Entonces ¿no hay liberación para los que se dejaron envolver con estas cosas? ¡Alégrate, oh alma! Hay un camino hacia la liberación total: "Así que, si el Hijo (Jesucristo) os libertare, seréis verdaderamente libres" (Juan 8:36). Alabado sea Dios que nos salvó del poder de las tinieblas, de tal manera que el pecado no reine más sobre nosotros. ¿Se dejó Ud. enredar en estas cosas? ¿Lo hicieron otros por Ud.? ¿Lo persiguen pensamientos oscuros de miedo y obsesión? Que Dios le abra ahora mismo los ojos, para que reconozca que estas son consecuencias de pecados de curanderismo y superstición que cometió u otros cometieron por Ud. ¿Lo reconoce? Entonces tenga ánimo. Ud. puede y debe ser liberado de la culpa y del poder de estos pecados de consecuencias tan terribles. Alabado sea Dios: "La sangre de Jesucristo Su Hijo nos limpia de todo pecado... si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:7-9). ¿Quiere ser libre? Entonces:

Reconozca que eso es un gran pecado ante Dios: "Y el hombre o la mujer que evocare espíritus de muertos o se entregare a la adivinación, ha de morir" (Levítico 20:27). "Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda" (Apocalipsis 21:8). ¡No considere esto como una cosa inocente, antes bien abandónelo definitivamente!

Queme todos los libros, folletos, cartas, almanaques, amuletos y otras cosas que aún lo ligan a estos pecados. Examine minuciosamente su vida, su hogar. Por lo general estas cosas son difíciles de reconocer, porque muchas veces están disfrazadas bajo un manto de religiosidad.

Busque con sinceridad confesarse con un predicador del Evangelio que tenga autoridad espiritual o con un creyente experimentado en el campo del ocultismo.

Haga la oración de renuncia: "Yo renuncio a Satanás y a todas sus obras malignas y me entrego a ti, Señor Jesús, en fe y obediencia, para serte fiel hasta el fin. Amén". Haga con El esta alianza inquebrantable:

 

Yo soy tuyo, oh mi Jesús;

Tu me salvaste sobre la cruz.

Con gratitud y con amor

me entrego a Ti, mi Señor.

Para Cristo yo viviré,

y el reino eterno alcanzaré.

 

Lea diariamente su Biblia, tómese el tiempo necesario para esto, venza la antipatía o el cansancio que pueden surgir aun si usted no puede entender en seguida todo lo que lee. Ruegue por el Espíritu Santo y clame siempre de nuevo a Jesús. ¡El le amparará!

Únase a algún grupo de cristianos evangélicos decididos. Si no los hay en su vecindad, suscríbase a una revista netamente cristiana. Ore con frecuencia y pida que oren por usted en un grupo de fieles cristianos.

¡Jesucristo lo está llamando ahora mismo! El no quiere que usted siga doliente y afligido. El quiere liberarle y auxiliarle. ¡Tómelo muy en serio! ¡No lo rechace, no sea indiferente! ¡Venga a El ahora mismo y clame a El en oración! Su sangre deshace toda maldición. Su fuerza desata toda atadura, no importa si son las cadenas pesadas de la pasión, el vicio, el curanderismo y la superstición, o los hilos de seda que lo ligan a los placeres mundanales. ¡Por eso, tómelo en serio antes de que sea demasiado tarde!

"Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo" (1 Juan 3:8). Jesucristo ayuda, salva y le da vida eterna. ¡Venga a El! Cristo le dice a Ud.: "Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra" (Mateo 28:18).

No tire este folleto, ofrézcalo a otra persona, para quien puede ser también de bendición.

Este texto fue cedido gentilmente por: Ev. Schriftenmission, 43 Essen 1, Schulzstrasse 12, Alemania.

 

Elaces relacionados:

Los ojos abiertos ante la astucia de Satanás:

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Invasión del espiritismo:

https://lavozdelosmartires.com.ar/site/index.php/articulos/ocultismo/632-invasion-del-espiritismo

Entre Cristo y Satanás:

https://lavozdelosmartires.com.ar/site/index.php/articulos/ocultismo/630-entre-cristo-y-satanas

El diccionario del Diablo:

https://lavozdelosmartires.com.ar/site/index.php/articulos/ocultismo/629-el-diccionario-del-diablo

 

 

 

 

 

 

 

 

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